domingo, 8 de marzo de 2009

Los nuevos Nostradamus

La crisis no tiene forma de V, será una U larga. Es decir, las cosas se pondrán mucho peor. El estallido de las burbujas apenas comenzó dicen Roubini y Shiller, dos tipos que son capaces de voltear la moral de cualquiera. Si uno anda flojo de ánimo mejor no acercarse a estos tipos, que ahora la van de Nostradamus. Según la prensa nadie mas fue capaz de pronosticar la calidad y profundidad de esta crisis. No es cierto, ya en 2004 se podía recopilar posts de innumerables fuentes que anunciaban casi con precisión el advenimiento de este diluvio universal, advertencias existían en todas partes en la red, solo que era muy difícil creerlas: ¿quien podía tomar en serio un anuncio de una bancarrota total de EEUU en 2004?, nadie. Por eso hoy todos ante estos tipejos bajan los ojos: sienten la responsabilidad de no haber prestado atención a sus predicciones. En agosto de 2006, Optimisto Roubini estuvo en una reunión con la elite del Fondo Monetario Internacional (FMI) y les comunicó lo que veía: la burbuja inmobiliaria estaba a punto de estallar, el mercado petrolero estaba a punto del colapso y el índice de confianza de los consumidores era insostenible. No le creyeron. Este señor no utiliza modelos matemáticos en su presentación, usa algo hoy muy despreciado: la lógica. Shiller se graduó de clarividente en marzo de 2000 cuando su libro “Exuberancia irracional” llegó a las librerías. Pronosticó el estallido de la burbuja de las empresas puntocom y la crisis bursátil que marcaría el final de esa década. Su vocación de Casandra no paró con esa experiencia. Shiller fue el primer economista que demostró con modelos econométricos por qué era insostenible el boom inmobiliario. Los precios de un bien no pueden subir a una tasa superior a la inflación en un contexto en el que hay un crecimiento sostenido de la oferta de ese bien. ¿Cómo es que las casas siguen subiendo de valor si hay un incremento sustancial en la inversión para construcción de vivienda?. Se puede ir contra la logica durante mucho tiempo, pero no se puede uno librar de las consecuencias de avanzar en esa direcciòn. Aveces la logica es mas importante que lo observable. Lo observable puede demostrar a los ojos que todo va bien y no hay motivos para inquietarse. Pero el razonamiento prende luces rojas de alarma una y otra vez. “La pandemia financiera que viene”, se llama el más reciente trabajo de Roubini. El fenómeno subprime no se agotó en el sector inmobiliario. El sistema financiero completo está sostenido en pilares que tienen la misma lógica de las hipotecas chatarra, argumenta. No creo que tenga fuerzas para leerlo, la economía se me esta haciendo algo deprimente.

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