sábado, 28 de junio de 2008

El cuadrante óptimo: alta inversión en investigación y alto nivel de desarrollo humano

La ciencia argentina tiene buen nivel pero falta que las empresas y la sociedad utilicen mejor el conocimiento que se genera en los laboratorios. La escasa inversión privada en el sector es un rasgo que contrasta con lo que sucede en países del primer mundo.

El país invierte casi un 0,5% del Producto Bruto Interno en ciencia y tecnología, una cifra inferior a la que destinan Brasil y Chile y muy por debajo de los países más desarrollados. Según los últimos datos disponibles, Japón invierte el 3,13% de su PBI; Estados Unidos, 2,66% y Canadá, 1,98%.

En 2005, el 40,1% de la inversión mundial en investigación y desarrollo correspondía a América del Norte, el 29,4% a Europa, el 27% a Asia, el 1,6% a Oceanía, igual porcentaje a América latina y el Caribe y un 0,3% al continente africano.

El impacto que tienen estos números en la calidad de vida es palpable. En una tabla de doble eje hay un cuadrante óptimo donde ambas variables tienen un sentido positivo; es decir, alta inversión y alto nivel de desarrollo humano. Aquí están Japón, Corea, Estados Unidos, Francia, Canadá y el Reino Unido pero no encontramos ni un solo país iberoamericano.

Hay otro conjunto más pequeño de países con alto nivel de desarrollo humano pero con bajo nivel relativo de inversión en I+D. Allí están España, Irlanda y Portugal y ninguno de Latinoamérica. Todos los países de América Latina están en el peor cuadrante que expresa bajo nivel de desarrollo humano y de inversión en ciencia y tecnología.

Y si un dato faltaba para ratificar la incidencia que tiene la ciencia en el progreso de la sociedad es el cuadrante vacío que cruza los índices de alta inversión en I+D y bajo desarrollo humano.

El problema más grave como rasgo de la pintura de amenazas del sistema argentino y latinoamericano, en general, no es tanto la baja inversión o la escasez de recursos humanos sino la desarticulación del sistema. Está más bien formado por islas que no están lo suficientemente conectadas entre sí, desvinculado además de las demandas sociales y débilmente integrado a nivel regional.

En la Argentina, el Estado es el principal sostén económico de las actividades científicas y aporta el 69% de la inversión. En el otro extremo se ubica Estados Unidos donde el gobierno financia el 37% y el sector privado se hace cargo del resto. Las empresas argentinas se muestran menos sensibles a la inversión en ciencia y tecnología en términos relativos que la de otros países latinoamericanos o americanos. El 63 % de la inversión norteamericana proviene de las empresas, en España prácticamente la mitad, en Chile el 45%, en México el 41%, en Brasil el 39% y en la Argentina menos de la tercera parte.

Fuente

No hay comentarios.:

Entradas Relacionadas

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...