Ambición e innovación en Holanda

En Holanda la queja general de muchos críticos es que el Gobierno subvenciona ladrillos en lugar de conocimiento. O lo que es lo mismo: las inversiones desaparecen en terrenos de empresas en lugar de ser destinadas a científicos con talento. El actual ministro de Enseñanza de Holanda, Ronald Plasterk, presentó la solución al problema diciendo que "jóvenes investigadores que resalten por su brillantez deben disponer de más espacio". Pero según Paul Althuis, de la Universidad Técnica de la ciudad de Delft, las palabras de Plasterk suenan muy bien, pero duda de que el ministro pueda hacerlas realidad. Althuis afirma que " en los últimos años no se ha destinado dinero extra para la enseñanza superior, algo que era de esperar.....". Ahora las universidades también critican que existen movimientos con flujo de dinero pero que finalmente no se destinan fondos adicionales para la investigación científica. Althuis es jefe del departamento que se ocupa de la transferencia de conocimiento al mercado y al mundo empresarial. La innovación debe traducirse en aplicaciones prácticas y viceversa; empresas y organizaciones públicas deben tener un acceso más simple al conocimiento que tienen las universidades. La transmisión de ese conocimiento es también un elemento de prioridad para Plasterk. El ministro quiere estimular a científicos para que creen sus propias empresas. Algo que sería efectivo si en su trabajo se les concede, entre otros, derechos de patente. De esa forma los investigadores compartirían los beneficios en aplicaciones comerciales de sus inventos. Por su parte, Althuis declara no estar completamente convencido de que Plasterk apoye totalmente este proceso, por lo que no espera dinero adicional del ministerio. El Gobierno holandés canceló en 2006 y de forma repentina, subvenciones destinadas a proyectos de energía sostenible. El lamentable resultado es que las inversiones en energía sostenible en Holanda se han quedado notablemente atrasadas.

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