sábado, 26 de agosto de 2006

Corea del Sur

Hacia fines del siglo XIX Corea estaba gobernada por una monarquía. En esos momentos occidente comenzaba a establecer contactos comerciales con Japón, Hong Kong y Corea. Distintas fueron las posturas de los países frente a este avance occidental. Mientras que el soberano coreano se negó a establecer relaciones, Japón se adaptó a las mismas fácilmente. Como consecuencia de estas decisiones, Japón se reformó y modernizo y Corea se estancó, encerrada sobre sí misma, creyendo que el aislacionismo era más beneficioso que la apertura comercial. En los años que siguieron se pudieron ver importantes avances y progresos en Japón mientras que Corea seguía sumida en el atraso. Tantos fueron estos avances desiguales que Japón consiguió derrotar a Corea en una guerra y ocupó su territorio durante cuarenta años. Sólo Corea se pudo liberar cuando el propio Japón fue derrotado en la Segunda Guerra Mundial. Más tarde, en la década del cincuenta Corea tuvo su propia guerra. Tal era la pobreza del lugar que la ayuda humanitaria internacional era lo único que podía satisfacer sus necesidades más elementales. Esa experiencia forzó al gobierno coreano a proyectar su propio futuro y a tomar medidas que permitiesen lograr un avance dentro del sistema internacional. Hoy en día Corea del Sur es uno de los llamados "tigres asiáticos" ya que ha logrado una inserción en la economía mundial con gran competitividad a partir del desarrollo y avances científico - tecnológicos. Corea comenzó su programa de desarrollo en 1960. En 1967 creó el Ministerio de Ciencia y Tecnología y en 1969 se formó el Instituto Especializado de Ciencia y tecnología. Igualmente se establecieron institutos sectoriales gubernamentales para el impulso de la ciencia y tecnología y se optó por una política de transferencia tecnológica al sector privado, una decisión gubernamental que en sus inicios tuvo grandes discrepantes pero finalmente funcionó. Un ejemplo de esta experiencia es el caso de la empresa Samsung, la cual estaba en esos momentos involucrada en la producción de fertilizantes y en la industria química pesada. El gobierno prometió pagar la mitad de los gastos de investigación y desarrollo si ellos hacían la inversión productiva y de comercialización. Samsung debía llevar especialistas y know how de afuera. Con el correr del tiempo ese grupo empresario se transformó en un líder internacional de la producción de circuitos integrados para memorias. Paralelamente a esta experiencia las universidades coreanas producían doctores y masters que luego se mandaban a trabajar a Samsung. Actualmente esta empresa no sólo fabrica circuitos integrados sino que los diseñan y conciben nuevas aplicaciones. Una de las claves coreanas para ingresar competitivamente al mercado internacional fue el aumento de valor agregado a la producción. Esto aumentó los precios a nivel internacional, permitiendo que esos ingresos vuelvan a ser reinvertidos en mejoras científico - técnicas. Pero la clave fundamental para el desarrollo coreano fue la voluntad política comprometida con dicho objetivo. El Estado Coreano emprendió una serie de inversiones junto al sector empresarial. El gobierno, convencido que no podría realizar una transformación por sí solo buscó el consenso entre, lo que denomino, "Las tres E": Estado, Empresa y Educación. Tratando de encontrar un camino adecuado para generar una visión compartida para el futuro y, de esa manera, impulsar el desarrollo. Es importante destacar la dedicación al diálogo por parte del gobierno, con los sectores empresariales y el sistema educativo, que a pesar de las diferencias lograron combinar sus propósitos facilitando el crecimiento coreano. Hacia 1970 y 1980 los acuerdos empresarios (chaebols) fueron indispensables para concentrar capitales. Hoy en día ya los consorcios empresarios se están transformando en grupos industriales de alta tecnología para reestructurar a los sectores tradicionales. La dirigencia coreana acompañó durante todo el proceso, firmemente comprometida con el esquema de desarrollo. Es menester aclarar que Corea poseyó una economía predominantemente privada y nacional. Fue uno de los países con más baja tasa de inversiones extranjeras directas durante todo el proceso de desarrollo. Con este dato queda sentada la idea que el sendero de desarrollo elegido por este país asiático, constituyó una decisión estratégica tomada internamente y no librada a las fluctuaciones en los criterios de inversión de los capitales internacionales. Sin embargo, actualmente busca de manera mucho más abierta aportes de inversiones externas. En Corea no sólo fue importante la imbricación Estado - Empresa sino también la fuerte inversión realizada al sistema educativo. En el año 1999 este país fortaleció su aparato educativo llevando hasta el 5% la fracción de su PBI dedicada a este rubro. La educación superior fue crucial y eso coincide con el valor que tiene la misma en al sociedad coreana. Se piensa que esa es la mejor de las inversiones. Existen unas doscientas universidades y el ingreso a las mismas fue discutido largamente. Para comienzos del 2000 el 40% de los estudiantes secundarios terminan en la Universidad.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Que interesante historia, me gustaria saber mas de Corea del Sur, lo tomo como modelo y ejemplo en el desarrollo es mas se que son lideres en construccion naval y tiene docenas de industrias de calidad superior, simplemente me gustaria saber mas.

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