Ciencia e investigación de Suecia

La I+D han gozado de alta prioridad en Suecia desde hace varios decenios. Suecia se cuenta entre los países que invierten más recursos en I+D proporcionalmente al PNB. En 2001 los gastos de Suecia en I+D ascendieron al 4,3% del PNB. Los recursos públicos asignados a la investigación, por tradición se han destinado directamente a las universidades. Sin embargo, en la década de 1940-50 empezó a desarrollarse un sistema de consejos de investigación según modelo norteamericano y británico. Así se adoptó un sistema flexible de asignación de recursos de investigación. En los años 60 se incrementaron notablemente los fondos para investigación. Con el aumento de los recursos surgió la necesidad de adoptar una política nacional de investigación. El primer proyecto gubernamental de política de investigación se presentó en 1979, y el Parlamento resolvió que en lo sucesivo se renovara en cada legislatura. La mayor parte de la investigación básica de Suecia se realiza en las universidades, escuelas superiores y algunas universidades privadas, que juntas constituyen el sistema de educación superior del país. A esas instituciones se les asignan recursos básicos del ERARIO PÚBLICO para fines de investigación, pero además reciben fondos de muchas otras fuentes. En los primeros años 90 se establecieron muchas fundaciones de investigación orientadas a financiarla en campos específicos. El Estado tiene la responsabilidad particular de apoyar la investigación. La investigación básica ha aportado a lo largo de los años numerosos descubrimientos científicos decisivos. Esa actividad moderna prácticamente no se puede realizar en medida razonable sin la financiación pública. Esto se debe en parte a que la búsqueda de conocimientos por tiempo prolongado conlleva altos riesgos, ya que es difícil juzgar de antemano la utilidad futura de los resultados de la investigación. Sobre el Ministerio de Educación y Ciencia recae la responsabilidad general por la coordinación de la política de investigación en las dependencias gubernativas. El ministro de Educación y Ciencia preside un Consejo consultivo de investigación, cuyos miembros restantes SON INVESTIGADORES Y REPRESENTANTES DE EMPRESAS PRIVADAS. Los recursos estatales de investigación se distribuyen mediante subvenciones en parte directas a las universidades y escuelas superiores, y en parte destinadas a los consejos de investigación y las autoridades sectoriales de investigación. La mayor parte de la investigación financiada por el Estado se realiza en los centros de educación superior del país, rasgo que distingue a Suecia internacionalmente. Actualmente hay 13 universidades estatales y otros 23 centros de educación superior, también estatales. Además hay tres universidades privadas. Todos los centros de educación superior tienen asignaciones fijas para investigación. La finalidad es hacer que todas las universidades cooperen con la industria y el comercio y la sociedad en general: una cooperación que es una de las tareas principales del sistema de educación superior. El Consejo Nacional de Ciencias apoya la investigación básica en todos los campos científicos. El Consejo de Ciencias recibe del gobierno la misión de hacer análisis de política de investigación. La Dirección Nacional de Sistemas Innovadores es una entidad que financia la I+D basada en necesidades específicas y que sirve de apoyo a sistemas innovadores y al desarrollo y crecimiento sostenible. Su actividad comprende el apoyo a las labores de I+D en los dominios de la técnica, transportes, comunicaciones, vida laboral y mercado de trabajo. Además de estas entidades públicas de financiación hay fundaciones privadas y academias. Una de ellas es la Fundación Knut y Alice Wallenberg, que concede fondos considerables, principalmente para equipos científicos. En Suecia se tiene la firme convicción de que las inversiones de un país en I+D promueven su crecimiento económico. Fruto de las grandes inversiones de Suecia en investigación ha sido, entre otras cosas, su posición entre los pocos países pequeños cuyo balance comercial arroja una cifra mayor de exportaciones que de importaciones de productos de alta tecnología, tales como los medios de telecomunicaciones y los fármacos, que son dos de los principales ramos de exportación de Suecia. La I+D del sector empresarial de Suecia ascendió al 3,32% del PIB. El grueso de esa actividad se desarrolló en los dominios de los equipos de transporte, productos de telecomunicaciones y farmacéuticos. Los mayores incrementos en I+D se registran actualmente en la industria farmacéutica, un campo en el que Suecia ha tenido gran éxito. En años recientes, las labores de I+D se han intensificado también en el sector de servicios. En los ramos que invierten más en I+D, los recursos se concentran en alto grado en unas cuantas empresas grandes. Las 20 mayores de Suecia responden más o menos de dos tercios de las inversiones totales de la industria y el comercio en I+D. La mayor parte de la I+D de las empresas se destina al trabajo de desarrollo. Menos del 20% de sus inversiones en I+D se destinan a la investigación básica y aplicada. Los estudios realizados se encuentran principalmente en la técnica y en cierta medida en las ciencias naturales y la medicina. El Estado y la industria y el comercio cooperan a través de “INSTITUTOS DE INVESTIGACIÓN INDUSTRIAL” y los financian conjuntamente. Esos institutos son independientes de los centros de educación superior, pero con frecuencia cooperan estrechamente con ellos. Otras formas de cooperación público- privada en el seno de las universidades y escuelas superiores o con ellas consisten, por ejemplo, en parques de tecnología y centros de competencia.