domingo, 5 de marzo de 2006

El fin del milagro Japones

Para 1949 el gobierno de los EEUU no estaba satisfecho con los progresos económicos que había impulsado el gobierno de las tropas de ocupación, por lo que mandó a Joseph Dodge, un reconocido banquero de Detroit. En un período breve, de aproximadamente 3 meses, Dodge impulsó una serie de medidas económicas duras que si bien lograron controlar la inflación, empujó al Japón a una mayor recesión económica. Otra cosa que hizo Dodge fue la fijación del tipo de cambio de 1 dólar estadounidense = 360 yenes. El plan era mantener esta relación inalterada por los próximos 22 años, inclusive si las condiciones económicas se tornaban favorables para Japón. La tasa de cambio fijada por Dodge, según varios analistas, DEJÓ AL YEN SUBVALUADO CON RESPECTO AL DÓLAR, lo que le permitió a Japón tener precios competitivos (sumados a la fabricación de alta eficiencia que fue adquiriendo) para los mercados externos. Todo esto termino treinta años despues cuando EEUU presionó a Japón para que apreciara el yen con la excusa que era el culpable de su déficit comercial. En la década de los ochenta las críticas dirigidas a Japón eran un pasatiempo favorito en Washington. El pecado de Japón era su gran “contribución” a un creciente déficit comercial estadounidense. Para resolver este “problema”, EE.UU. demandó que Japón o fortalezca su yen o se enfrente a sanciones comerciales. Japón obedeció de mala gana y apreció el yen. Pero aquella política no consiguió su objetivo. Tanto el déficit comercial estadounidense como el superávit de Japón continuaron creciendo. Sin embargo, el yen “fuerte” no era benigno. Este creó un problema monstruoso en Japón: una depresión deflacionaria. Japón dejo de crecer inmolándose inútilmente ante el capricho yanqui. Hoy, el déficit comercial estadounidense es casi el doble de lo que era cinco años atrás. Japón abandono la política que lo había llevado al éxito: bajas tasas de interés y yen subvaluado. En la época de crecimiento el Banco de Japón, que regulaba el sistema financiero, mantenía UNA TASA DE INTERÉS BAJA. El otro elemento que hacia la fabulosa capacidad exportadora que tenía Japón era su tipo de cambio, fijado en 1947 por Dodge, QUE PUSO AL YEN SUBVALUADO CON RESPECTO AL DÓLAR; y esto permitió hacer más competitivos los productos nipones. El "milagro" japonés se detuvo bruscamente en 1989 cuando presionado por EEUU Japón aprecio el yen y aumento las tasas de interés para “combatir la inflación”. Los resultados fueron para Japón catastróficos. EL INCREMENTO EN LAS TASAS DE INTERÉS DETUVO EL CRECIMIENTO ECONÓMICO. Por consejo de los neoliberales practicaron también una reducción de impuestos para impulsar la demanda interna. Los ponjas pagaron menos impuestos, pero lo que no le entregaron al fisco lo depositaron en los bancos atraídos por las altas tasas de interés. Las inversiones que los neoliberales les pronosticaron no se produjeron. Las japoneses preferian ahorrar a invertir. Entonces, la situación fiscal se deterioró rápidamente, pasando de un superávit equivalente al 3% del PIB a un déficit cercano al 10%. El formula neoliberal que acabo con el milagro japonés fue la siguiente: altas tasas de interés, yen apreciado y descenso en los impuestos.

1 comentario:

Anónimo dijo...

disculpa, yo ando haciendo una investigacion sobre el milagro japones, pudieras decirme cual es la bibliografia en donde basaste tu tema, si me haces elfavor de proporcionarmela puedes envirña a mi correo electronico: drougsul@hotmail.com

muchas gracias de antemano.

Entradas Relacionadas

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...