Rodrik dice lo que ya sabíamos por Prebish

Rodrik es un brillante y riguroso profesor de Economía Política Internacional en la Escuela de Gobierno de la Universidad de Harvard. Su trabajo señala ante todo que las grandes ideas nunca mueren, y rescata la tesis de Raúl Prebisch, que sostenía que la estructura económica de los países es fundamental y su desempeño económico variará según se especialicen en materias primas o en manufacturas. Este principio enunciado hace 55 años fue olvidado por los economistas neoliberales, para quienes es lo mismo producir acero que caramelos. Señala Rodrik que esta idea se contrapone a la teoría y la práctica de la política económica entre 1980 y 1990, para la cual bastaba un buen marco macroeconómico y una institucionalidad sólida; todo lo demás, lo arreglaría el mercado. Por el contrario, Rodrik demuestra que la estructura productiva es importante en términos de crecimiento económico, el tipo de bienes producidos también es importante, y las variables económicas y las ventajas comparativas por sí solas no determinan la estructura productiva. Surge así la necesidad de una vigorosa política industrial. En síntesis: queda claro que la estructura productiva es decisiva para determinar los niveles de productividad e ingresos, para marcar la jerarquía y diversificación del sistema productivo. Para América Latina, significa industrializar e implantar servicios de alta productividad. Eso lo sabíamos hace medio siglo; pero es bueno que ahora lo repitan en Harvard.