lunes, 6 de febrero de 2006

Los capitales extranjeros se fugan los argentinos quedan

El país esta creciendo a un ritmo espectacular. Lo lógico sería aprovechar el momento para invertir. Es lo que están haciendo los capitales de origen argentino, como los que manejan la siderurgia que realizan y continúa realizando fuertes inversiones para aumentar su capacidad de producción y mejorar la calidad y la competitividad de sus productos. Como el contexto siderúrgico internacional también se presentó favorable con una demanda sostenida, las empresas argentinas supieron aprovechar exportando sus productos de gran valor agregado y altos requerimientos cualitativos a los más variados destinos. ¿En este contexto que hacen los capitales extranjeros?. Pues bien, sabrán que las principales empresas de capital extranjero que operan en el mercado argentino han optado en los últimos tiempos POR GIRAR SUS GANANCIAS HACIA SUS RESPECTIVAS CASAS MATRICES EN EL EXTERIOR EN LUGAR DE REINVERTIRLAS EN NUEVOS NEGOCIOS DENTRO DEL PAÍS. Se trata de una decisión tomada frente a los pronósticos que advierten sobre las limitaciones que existirían en Argentina para poder REPETIR los márgenes de ganancias obtenidos por esas compañías el año pasado. Como vengo sosteniendo, los capitales extranjeros que son de carácter especulativo huyen en cualquier momento y por cualquier motivo. Los datos que surgen del resultado del balance cambiario del Banco Central argentino correspondiente a todo el 2005, muestran con claridad que GRAN PARTE DE LAS GANANCIAS DE LAS EMPRESAS EXTRANJERAS NO QUEDARON EN EL PAÍS, SINO QUE SE “FUGARON” PARA OTRAS LATITUDES, en busca de mayores seguridades de repetir altos rendimientos. Esto no es historia, es actualidad. Sigue sucediendo lo mismo de siempre, hoy como ayer, como mañana mientras los liberales sigan siendo dueños de la “pelota”. Las compañías foráneas que operan en el país giraron al exterior 1.400 millones de dólares en 2005, una cifra que supera en 200 millones el crecimiento que tuvieron durante el mismo período las exportaciones de toda la industria automotriz y siderúrgica local y que excede en 250 millones a las divisas que generaron las ventas a diversos países de cortes vacunos argentinos. La causa de los millonarios giros de beneficios al exterior por parte de estas empresas se deben a las “recomendaciones internacionales” sobre las dificultades para poder repetir en 2006 los mismos niveles de ganancias en el marco de una economía cercana al pleno uso de los factores disponibles. De manera que cuando es el momento de invertir y confiar en el país, los “capitales extranjeros” se manda a mudar porque temen no ganar otra vez lo mismo de los mucho que ganaron el año pasado. Fíjense que los capitales argentinos toman otra actitud ante la misma situación. Esto es la realidad señores, déjense de macanas. ¿Qué piden para quedarse esos capitales extranjeros al gobierno?. Desmantelar las regulaciones y los impuestos distorsivos que fueron aplicados tras la crisis del 2002, es decir, piden volver al menemismo, a lo que llevo a la crisis. A pesar de esas “regulaciones e impuestos distorsivos” las empresas extranjeras con negocios en Argentina han logrado aumentar significativamente sus ganancias en 2005, lo que les permitió incrementar en más de un 50 por ciento el pago de dividendos al exterior. Mientras 11.000 pymes invierten, se rompen el c-u-l-o y se juegan todo por el país, estos capitales extranjeros se van o exigen para quedarse que les aseguren las ganancias, es decir, si queremos que se queden no tienen que correr riesgos. He ahí a los capitales extranjeros.... Para terminar, la industria siderurgia extrañamente fue la única que los militares subsidiaron en los años setenta, sino ¿por qué creen que hoy puede competir internacionalmente?.

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