miércoles, 8 de febrero de 2006

Impuestos en la Argentina

Argentina es un país federal, porque fueron las provincias anteriores a la Nación las que resolvieron constituirla. Se juntaron las catorce provincias que en ese momento tenían su administración independiente, cobraban sus impuestos, administraban un determinado territorio, tenían incluso sus Fuerzas Armadas. Y ese conjunto de catorce provincias originales constituyó la Nación. Cuando se constituye la Nación las provincias ceden potestades tributarias a la Nación para que la Nación pueda sostenerse, y en ese momento se decide que los impuestos de las Aduanas del Puerto de Buenos Aires son para la Nación. El resto de los impuestos es de las provincias, y se origina el sistema federal de distribución de recursos. Esto ocurrió en la primera mitad del siglo diecinueve. Con el paso del tiempo el territorio originalmente considerado de la Nación se fue convirtiendo en nuevas provincias. Entre 1853 y la década de 1990 nacieron en Argentina nueve provincias nuevas y la capital se convirtió en Ciudad Autónoma, todas ellas dotadas de sus respectivas instituciones de gobierno y su Constitución propia. Cuando se constituye la Nación eran muy importantes los impuestos de Aduana, tan así que las luchas intestinas entre federales y unitarios, entre la provincia de Buenos Aires y el resto de las de la historia argentina, devienen de los recursos del comercio exterior. Buenos Aires, en realidad, es una ciudad originaria de contrabandistas (todavía lo sigue siendo) y de intercambiadores de bienes con el exterior (importadores y exportadores, todavía lo sigue siendo, son los lobbystas que apoyaron a Menen), entonces cuando se organiza la Nación se le otorga a la Nación los recursos de la Aduana y esos recursos eran suficientes para el sostenimiento de las relaciones exteriores, de las Fuerzas Armadas, para la administración de justicia nacional, para la administración del territorio nacional que no pertenecía a ninguna provincia, para la prestación de los servicios en el territorio nacional (educación, seguridad…) y aquellos servicios que la Nación estableciera prestar en las provincias. Pero con el tiempo y con la caída de los recursos del comercio exterior, éstos ya no alcanzaron. Como las potestades tributarias no eran de la Nación sino de las provincias, aparece el primer problema, porque alguien tenía que contribuir para sostener a la Nación. Y allí surge la primera disposición para que se impongan impuestos especiales (impuesto a la renta, a las ganancias, a las ventas, de bienes) y como son las provincias, en el caso de un país federal, las que le están dando la posibilidad de que la Nación les cobre, entonces definen que una parte será para ellas y la otra para la Nación. Ésos son los IMPUESTOS NACIONALES COPARTICIPADOS. Con ese sistema se sobrevive hasta hoy. Se lo ha impuesto en la década de los 30, por los problemas que había de superposición de impuestos, porque como cada provincia cobraba lo que les parecía entonces deciden nacionalizar esos impuestos, que los cobre la Nación, o sea que no cobre uno lo que quiere sino que cobren todos lo mismo y que haya uno solo que los cobre. Esos cobros muchas veces son muy mal llamados impuestos nacionales, porque son impuestos provinciales que cobra la Nación, ésta es la cobradora, y por eso cobra una parte y lo demás lo distribuye a las provincias con una Ley de Coparticipación Federal. En todo el territorio ya había la Administración Federal de Impuestos (AFIB), a ella pertenece la Administración Federal de Aduanas y la Dirección General Impositiva. En la década del 90 se crea un organismo que maneja una tercera pata, que es la recaudación provisional, o sea también de la AFIB depende la ANSES que recauda todo el dinero para la jubilaciones. En Argentina se cobran los impuestos y con eso se hace una bolsa: la Bolsa Coparticipable, todos los impuestos van a parar a una sola cuenta del Banco Nacional Argentino, todos los días más del cuarenta por ciento de esos impuestos pasa al Tesoro Nacional y el 58 por ciento y más pasa al conjunto de provincias. El mismo día se distribuye de acuerdo con el índice que establece la ley. Este índice se halla establecido en la Ley de Coparticipación y que es un coeficiente que no depende de nada en la práctica, hoy se lo debe reformar basado en la Constitución reformada de 1994, que dice que ese índice debe establecerse en función de criterios objetivos de reparto, o sea QUE USTED TIENE QUE REPARTIR TANTO COMO SE NECESITA A ESE TERRITORIO PARA PODER CUBRIR LOS COSTOS DE LA ADMINISTRACIÓN; que además tiene que ser solidario, dice la Constitución; o sea que tienen que recibir más los que menos tienen. La Nación argentina se constituyó sobre la base de sangre y fuego, guerras, y decidieron hacer una Nación. La distribución siempre es redistributiva, del que más recauda para el que no tiene posibilidad alguna de recaudar. En el país hay un lugar donde uno tiene que pagar para vivir y hay otros donde tienes que pagar para que otros vivan. Cada provincia tiene su propia unidad fiscal. Tiene cada una su Dirección Provincial de Rentas. En la Argentina cada provincia tiene su propia Constitución. Entonces es la Constitución, la ley madre de la provincia, la que determina si ese impuesto va a quedar a la cabeza de la provincia o a la cabeza del municipio. Por ejemplo, la provincia Buenos Aires cobra el impuesto inmobiliario y vuelve a hacerse una coparticipación dentro la provincia con los municipios. Algunos expertos sostienen que el sistema de coparticipación tributaria, que solamente se fija en el criterio de población, hace ineficientes a muchos gobiernos locales porque están acostumbrados a recibir una determinada cantidad de dinero sólo porque tienen población en su territorio y se olvidan de la generación de recursos propios.

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