La caída del ahorro jaquea a EE.UU

La tasa de ahorro privado de los norteamericanos cayó A MENOS DE CERO por primera vez desde la Gran Depresión. Un informe del Departamento de Comercio señala que los norteamericanos gastaron en 2005 más de lo que ahorraron, con el resultado de que la tasa de ahorro nacional fue de -0,5%. No fue noticia de primera plana. Como se ve, a los yanquis no les importa que su país viva mas allá de su medios y posibilidades. No hay tiempo para pensar en esas nimiedades. Los yanquis estan ocupados en agotar sus tarjetas de crédito y pedir préstamos para irse a practicar surf a Hawaii. Los únicos otros años en los que la tasa de ahorro fue negativa fueron 1932 y 1933, una época en la que los norteamericanos no tenían alternativa salvo la de gastar la plata ahorrada porque no tenían trabajo y la actividad económica se derrumbaba. En 2005, la historia es un tanto diferente: el gasto privado parece haber superado los ingresos personales en parte porque el alza de los precios de las viviendas ha creado un "efecto riqueza" para los norteamericanos, que tienen la sensación de que son suficientemente ricos como para comprarse un auto más grande o un televisor de pantalla plana. También hay mucha gente que se endeuda porque su salario no va a la par del progresivo aumento de todo, desde el cuidado de la salud hasta la educación universitaria. Tampoco los sueldos aumentan los suficiente como para satisfacer la avidez cada vez mayor por las marcas más novedosas. Todo esto sucede en un contexto en que el presidente mas votado de la historia consideró adecuado bajar los impuestos y paralelamente embarcarse en una guerra inmensamente costosa. Por supuesto, mientras los extranjeros se dispongan a seguir financiando la tendencia norteamericana DE GASTAR MÁS DE LO QUE AHORRAN, mientras los japoneses y los chinos sigan volcando sus ahorros en bonos del Tesoro norteamericano, quizás el país pueda continuar DESAFIANDO LA FUERZA DE GRAVEDAD ECONÓMICA incluso aunque necesite 2000 millones de dólares de nueva financiación extranjera todos y cada uno de los días que pasan. En 2005, el déficit de cuenta corriente trepó a 700.000 millones de dólares. Los yanquis tienen un criterio optimista sobre este descomunal y creciente déficit. Según ellos, los giles que habitan el resto del mundo, tienen la curiosa manía de ahorrar con furor. Esa masa de fondos ahorrados buscan un lugar en donde poder refugiarse y ¿dónde lo hacen, cual es el único lugar que puede darles protección?. Si, ese lugar está en ¡¡¡¡la gran economía americana!!!!. En otras palabras, el déficit no es una mera creación yanqui y debe ser interpretado en el contexto de una economía “globalizada”, es decir, que los yanquis se ven dispensados de ahorrar porque los extranjeros les imponen sus ahorros inyectándolos a la fuerza dentro de sus fronteras. Pero Estados Unidos no se convirtió en la potencia sin asentarse sólidamente en sus propios ahorros. Ningún país se hizo grande con ahorros extranjeros y una nación que gasta más dinero del que tiene se encamina a recibir su merecido. La Cámara de Representantes se embarcó en algunos modestos recortes presupuestarios. Mientras los giles crean que colocando su dinero allí sus ahorros están seguros compensarán el alocado despilfarro por parte de los propios norteamericanos. Mientras tanto, que siga la j-o-d-a.