jueves, 9 de febrero de 2006

Falacias sobre los impuestos

Mientras le reclamamos al Estado mas intervención en un sinnúmero de luchas —contra la delincuencia, la pobreza, la inequidad, el analfabetismo—, protestamos cada vez que el Gobierno intenta aumentar sus recursos, y lo obligamos a financiarse mayormente a través del IVA, que ES UN IMPUESTO AL POBRE. Es así que para luchar contra la pobreza y la inequidad social, el Estado se financia con una estructura que favorece la pobreza y la inequidad. Se suele repetir: "Los fondos no son bien utilizados. Lo que recaudan, se lo roban o lo gastan en fiestas". Pero la realidad es que es difícil asegurar que todo lo que uno paga vaya a las escuelas y hospitales. Pero sí es seguro que los recursos que llegan a la gran mayoría de escuelas y hospitales no provienen de la caridad, ONG, iglesias ni mucho menos de las empresas exitosas: llegan de nuestros impuestos. Sorprende como las mismas personas que sostienen sin dudar que el Estado gasta mal, no dudan en la eficiencia de cualquier ONG, instituciones cuyos gastos y procesos no son públicos y no pasan por ningun control. También se dice: "En otros países se paga más, pero las personas reciben mucho a cambio. Aquí, uno además se tiene que pagar la escuela privada, la prepaga, etcétera". Pero el Estado nunca retribuye el pago de impuestos a quienes más pagan, esa no es la función del Estado ni la función de los impuestos. Si fuera asi, si los que mas pagan recibieran a cambio un beneficio proporcional, no serian impuestos, seria el importe por el pago de un servicio, como cualquiera otro. El impuesto no es una AFJP donde cada uno paga para luego recibir en la misma proporción. Por eso los impuestos duelen tanto pagarlos. Porque los impuestos tienen un enorme efecto de redistribución y en ocasiones este es el efecto más importante, es decir, pagamos y recibimos poco o nada a cambio en forma directa. Se dice: "El Estado argentino asfixia. Los políticos gastan demasiado por corruptos e ineptos". Pero la realidad es que LA CARGA IMPOSITIVA ARGENTINA ES BAJA CON RESPECTO A LOS PAÍSES DESARROLLADOS. Tanto medido en términos absolutos como relativos y por habitante. A los que sí asfixia a las clases menos acomodadas, que deben pagar impuestos sobre el consumo exorbitantes (IVA e Ingresos Brutos) mientras que GRAN PARTE DE LAS GANANCIAS NO SE VEN GRAVADAS O SE CARGAN CON ALÍCUOTAS MENORES A LAS QUE RIGEN EN EUROPA Y EEUU. Es así que mientras un desocupado paga hasta 27% de IVA en sus gastos, un empresario que venda su empresa después de un década de exitosa capitalización, verá su millonaria ganancia exenta de impuestos. En la Argentina es muy barato ser rico.Se dice y repite: "La Argentina vivió un exceso de Estado asistencial ". Es falso, tal exceso nunca lo vivimos. El Estado de bienestar asistencial no existió como tal. Nunca tuvimos un seguro de desempleo masivo como sí lo han tenido y tienen los países europeos. La estructura impositiva nunca fue de fuerte presión como lo es en los países con "wellfare" ya que el Gobierno vivió regularmente de la Aduana, la inflación y en los 90 del endeudamiento externo. ¿A quién le cobran los gastos del estado que deberían estar solventando los actuales evasores? Si no lo pagan los incluidos a través de los impuestos a las ganancias, lo pagaran todos a través del IVA o nuestros hijos a través de endeudamiento. Se dice: "Si ya hay superávit fiscal, ¿por qué aumentar los impuestos?". El superávit fiscal se debe a la subprestación. Los reclamos sociales que inundan los diarios sólo se solucionarán con recursos fiscales. Existe un discurso mágico, seguidor de aquel slogan de "achicar el Estado es agrandar la Nación", que sostiene que podemos lograr un Gobierno moderno a pura mejora de eficiencia, sin aumento de gastos. Es así, como absurdamente, queremos tener una policía tan eficiente como la sueca pagándole un salario africano. Queremos tener una educación del nivel de Finlandia pero sin gastar del presupuesto lo que Finlandia gasta en subsidiar la educación publica. No existen países con ciudadanos prósperos y estados miserables. Cuando rechazamos cualquier movimiento que aumente los recursos estatales, cuando rechazamos cualquier gasto que haga el Estado aunque sea asistiendo a los sectores mas excluidos, no estamos combatiendo la corrupción sino que reforzamos como Nación nuestro pacto con el atraso y la pobreza.

No hay comentarios.:

Entradas Relacionadas

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...