jueves, 9 de febrero de 2006

Coparticipación

Detrás de un supuesto debate por los mecanismos de coparticipación fiscal se esconde en realidad una pelea política para determinar quiénes son los que se quedan con el dinero de los contribuyentes. El sueño de todo político es poder disfrutar del beneficio de gastar sin tener que afrontar el costo de recaudar. A través de la coparticipación alguno lo logran que su sueño se haga realidad. Cuando la Pcia. de Bs As se pelea con el gobierno es realidad esta peleando por el control de la caja, es decir, por maneja la mayor cantidad de los fondos de aportan los contribuyentes. Hay dos cuestiones que tienen que resolver. La primera tiene que ver con el porcentaje de impuestos que se quedará la Nación y cuánto irá a parar a las provincias luego de cobrar los impuestos coparticipables. La segunda cuestión consiste en determinar, una vez definido cuanto irá a las provincias, cómo se repartirán esos fondos entre las provincias. Ejemplo: si la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) recauda 100 pesos, la primera cuestión es definir cuánto de esos 100 pesos va a ir a la Nación y cuánto a las provincias. Supongamos que se divide por mitades. Entonces viene el segundo debate, que consiste en definir cómo se reparten entre todas las provincias los 50 pesos que les corresponden. Cuanto mayor sea el porcentaje con que se quede la Nación, mayor va a ser el poder su poder al momento de ejercer el poder. Porque con esos fondos el presidente de turno podrá salvar o hundir a un gobierno provincia. Luego viene la pelea sobre la forma en que se reparten los fondos coparticipables entre las provincias. Aquí la cuestión a preguntarse es: 1) ¿cuánta riqueza se genera en cada provincia? y 2) ¿cuántos impuestos paga cada habitante de las provincias y, por lo tanto, en cuánto contribuye a la masa de impuestos coparticipables?. Si una provincia genera más riqueza que otras y, por consiguiente, aporta una gran masa de recursos a la masa coparticipable, pero al mismo tiempo recibe un porcentaje de coparticipación menor a los impuestos que aporta en base a la generación de riqueza, entonces esa provincia estará subsidiando a otras provincias. Para ser más preciso, los habitantes de una provincia estarán subsidiando a los habitantes de otras provincias. Además, si a las provincias con mayor generación de riqueza se les quita una parte importante de la coparticipación para transferírsela a otras, también se le estará quitando caja al gobernador de esa provincia. Duhalde sabe muy bien lo que significa disponer de recursos abundantes. Durante sus años de gobernador pudo construir su liderazgo político en Buenos Aires gracias a los dos millones de dólares diarios que recibía como Fondo de Reparación Histórica del Conurbano Bonaerense. Considerando que la provincia de Buenos Aires es una de las que más riqueza genera y, por lo tanto, más impuestos aportan sus habitantes a la masa coparticipable, es lógico pensar que Kirchner reciba el apoyo de casi todos los otros gobernadores para que este presiones a Buenos Aires, dado que esos gobernadores podrán gastar a expensas de los habitantes de la provincia de Buenos Aires si Kirchner logra rapiñarle a Bs As lo suficiente como para repartir a manos llenas y generosas entre las otras provincias. ¿Por qué los gobernadores quieren pegarle el tarascón a los recursos de Buenos Aires? Porque de esa manera se quitan de encima el costo político de tener que recaudar impuestos provinciales y, además, tienen el beneficio político de poder gastar. Del total de impuestos que tienen las provincias para gastar, entre provinciales y provenientes de la coparticipación, el promedio de todas las provincias arroja que sólo el 33% proviene de impuestos provinciales (inmobiliario, ingresos brutos, etc.). Pero hay provincias en las que los impuestos provinciales representan sólo el 7% del total de recursos impositivos. En esas provincias, el 93% de los impuestos que tienen para gastar proviene de lo que recauda la AFIP transferido bajo la forma de coparticipación. ¿Van entendiendo porque la Argentina es una bolsa de gatos en donde se reparten arañazos en todas direcciones buscando el botín formando por la recaudación de impuestos?. En este laberinto de la coparticipación federal el contribuyente no puede hacer el control de cómo se gastan los impuestos que paga. ¿Cómo hace el habitante de Buenos Aires para saber si el Impuesto a las Ganancias que pagó se está asignando correctamente si, por la coparticipación federal, sus impuestos fueron a parar primero a la Nación y después a Santa Cruz, por citar un ejemplo? ¿Cómo hace el contribuyente de Buenos Aires para controlar cómo gastan sus impuestos los gobiernos de La Rioja, Catamarca, Misiones o Río Negro?. No puede. En Argentina el contribuyente es solo una maquina de tributar y no puede saber que se hace con su dinero. Asi que esa pregunta que se hace en este foro: ¿dónde van a parar los impuestos?, tienen una sola respuesta: NO LO SABEMOS. Encontrar una manera de hacer trasparente y por lo tanto controlable el uso de los impuestos por parte de los políticos es algo necesario si se quiere acabar con la corrupción en Argentina.

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