Liberales al borde de un ataque de nervios

A la Argentina le va bien y eso es algo los liberales no pueden soportar con calma, por eso están histéricos. Claman por una crisis, piden a gritos una espiral inflacionaria, al menos un corralito, o una estampida del dólar, algo, cualquier cosa que les calme los nervios. Pero no hay caso. Siguen las malas noticias (para ellos, obviamente). Durante los once primeros meses del año el sector privado anunció inversiones en Argentina por 22.000 millones de dólares, un 22 por ciento más que en igual período de 2004. Si bien fue la industria manufacturera la que acaparó el 50 por ciento de los anuncios de inversión (11.000 millones de dólares, con un alza interanual del 69 por ciento), fue el sector de la construcción el que se mostró más dinámico. Los anuncios de desembolsos en el área de la construcción ascendieron a 2.100 millones de dólares, un 174 por ciento más que en los once primeros meses de 2004. En el sector industrial, se destaca el anuncio que hizo el grupo hispano-argentino Repsol YPF a mediados de este año, cuando informó de que invertirá 5.500 millones de dólares durante los próximos cinco años. Para el sector primario, hubo anuncios de inversión por 4.000 millones de dólares, un 21 por ciento más que el año pasado, principalmente para la extracción de petróleo y gas natural y proyectos mineros. El único sector que mostró una variación interanual negativa (-18,6 por ciento) fue el de servicios, con anuncios de inversión por 4.700 millones de dólares. No hay seguridad jurídica, la corrupción nos corroe las entrañas, los argentinos somos una basura pero las inversiones siguen. Y como si esto fuera poco, el Estado mete las narices y ¡oh, que horror! incentiva que hayan aun mas inversiones poniendo en marcha un plan créditos del Banco Nación por $ 4.500 millones, destinados a la actividad productiva, es decir, apunta al financiamiento de microemprendimientos, empresas pymes y grandes empresas. La idea central es que se destine a la compra de maquinarias, con el objetivo de mejorar la productividad de las empresas. Esto es mucho mas de lo que un liberal puede soportar, por esos lanzan maldiciones y claman a Dios por un castigo ejemplar.