jueves, 22 de diciembre de 2005

Investigación científica y desarrollo económico

El criterio utilizado para clasificar la investigación científica de esta manera es el del fin perseguido. La investigación básica tiene como objetivo buscar el conocimiento por el conocimiento mismo, la ciencia básica produce información que nos hace conocer mejor un fenómeno pero que no tiene una aplicación práctica inmediata. La investigación aplicada persigue objetivos concretos y sus resultados sirven para resolver problemas prácticos. No debemos engañarnos suponiendo que solamente con el hecho de poseer un desarrollo científico importante un país alcanza un alto grado de desarrollo económico. Tomemos como ejemplo el caso de Rusia poseedor de un alto nivel científico pero muy lejos de ser considerado una superpotencia económica, si esta se mide por la calidad de vida de sus habitantes. A pesar de esto y reconociendo que el desarrollo científico es uno de los factores que le permiten a la sociedad aumentar sus posibilidades de crecer económicamente, es importante tener en cuenta lo siguiente: UN PAÍS DEBE FINANCIAR AQUELLAS ACTIVIDADES QUE LE PUEDAN TRAER ALGÚN BENEFICIO "MEDIBLE" EN UN TIEMPO RELATIVAMENTE CORTO. Un país debe patrocinar sobre todo aquellas investigaciones científicas que le permitan obtener algún tipo de ganancia o beneficio. En la gran mayoría de los casos, la investigación aplicada es la única que puede brindarle resultados concretos que le permitan un mayor desarrollo desde el punto de vista económico. Esto no quiere decir que en el país se deba dejar de hacer investigación básica sino que la ayuda económica brindada por el Estado debe estar dirigida principalmente a la investigación aplicada. Pensemos por ejemplo qué sería más beneficioso desde el punto de vista económico para un país: ¿desarrollar un teorema para demostrar la convergencia de una serie o encontrar una forma que permita acelerar el proceso de la producción de quesos?. Creo que la respuesta es obvia. Lamentablemente, el científico argentino está más predispuesto a llevar a cabo investigaciones básicas. Tampoco esta acostumbrado a trabajar en equipo porque es que es totalmente individualista lo cual le dificulta realizar investigaciones aplicadas que necesitan, no solo del intercambio con otros científicos de la misma área, sino también de la interrelación con otras áreas como la empresaria o la gubernamental. Cabe preguntarse: ¿es el Estado el mas indicado que se debe investigar?. Tal vez no, tal vez quienes deban ser consultado son los propios empresarios industriales que son los que enfrentan los problemas con la competencia y con la falta de productividad actualizada. Para complicar la cosa hay que tener muy en cuenta que los resultados de la investigación científica bien hecha no son del todo anticipables. Esto se debe a que en los proyectos científicos existe un elemento adicional: el resultado inesperado. Me refiero a la sorpresa que al principio intriga y al final convence porque no era lo que se esperaba pero cuya novedad abre nuevas posibilidades, a veces muy distintas a las predicciones iniciales y que lleva al científico a abrir una nueva senda. Este resultado inesperado debe ser tomado en cuenta por los burócratas y empresarios que encargan el proyecto. Conclusion: un Estado debe patrocinar aquellas actividades que le puedan brindar algún tipo de beneficio en un plazo establecido pero ligeramente flexible y que, aunque muchos científicos no quieran aceptarlo, la investigación aplicada es la que mejor encaja en ese esquema. Por otra parte, el Estado debe consultar a los empresarios acerca de lo que es necesario investigar y también dejar de ver en el científico a un empleado que debe cumplir un objetivo específico.

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