sábado, 24 de septiembre de 2005

El cuento del déficit publico

El déficit presupuestario del estado y la magnitud del gasto público han sido singularizados, reiteradamente, como los causantes de repetidos ciclos contractivos y expansivos con que contó la economía argentina, y la recurrencia de saltos inflacionarios. La reducción del gasto público constituyó, y constituye, una de las propuestas permanentes, casi siempre la principal, en los programas de política económica presentados en la Argentina. Todos los planes de ajuste formulados desde la segunda posguerra fueron legitimados como correctos porque planteaban que la magnitud del gasto público y del déficit fiscal eran las causantes de la incapacidad de la Argentina de acceder a un sendero permanente de crecimiento. Esos programas propugnaron e implementaron precisamente las reducciones del déficit fiscal y del gasto público, y en sus acciones cotidianas mantuvieron esos conceptos como los ejes referenciales de todas las medidas tomadas. Sin embargo, a pesar del énfasis en lo fiscal, todos los programas de ajuste fracasaron, sin lograr estabilizar la economía ni sostener senderos continuos de crecimiento ya que instalaron recesiones en la actividad productiva. Esas rupturas fueron, paradojalmente, también explicadas desde lo fiscal al afirmarse que los programas no sostuvieron ni cumplieron metas fiscales correctas, ya que habrían derivado hacia el incremento del gasto público y del déficit en el presupuesto. EL AJUSTE FISCAL LLEVABA A LA RECENSIÓN Y LA RECESIÓN ERA EXPLICADA COMO INSUFICIENTE AJUSTE FISCAL. Y así es el cuento de nunca acabar, o mejor dijo: el cuento para acabar con la Argentina definitivamente. Esos planteos tienen su basamento sobre las premisas teóricas del monetarismo que asimilaron linealmente el crecimiento del gasto y el déficit fiscal como los causantes únicos de reiterados picos inflacionarios. Frente a esos planteos, absolutamente unicausales, se propuso repetidamente como respuesta, y en la práctica fue lo que se encaró, el recorte del gasto. Esa prescripción, dominante en la ejecución de la política económica del último medio siglo de la Argentina, conformó la filosofía básica de todo plan de ajuste instrumentado desde la segunda posguerra. Pero las evidencias empíricas no señalan que el déficit fiscal se ordenó dentro de magnitudes que pudieran singularizarlo como causante de las rupturas de la estabilidad. Precisamente, durante los años noventa la magnitud del déficit fiscal siempre se ordenó en valores inferiores al 2% anual respecto del producto bruto interno, muy por debajo de lo que normativas externas. Es evidente que se cumplió reiteradamente con valores de déficit fiscales compatibles con referentes externos. A pesar de la inexistencia de magnitudes de déficit compatibles con el desencadenamiento de crisis económicas, se presentó siempre lo fiscal como el factor determinante de las crisis de la Argentina. Por esa reiteración se implementaron repetidamente recortes de partidas en los presupuestos capaces de promover el crecimiento en la actividad productiva.

No hay comentarios.:

Entradas Relacionadas

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...