viernes, 8 de julio de 2011

Endgame (un final en ajedrez donde el resultado ya es conocido)

De no alcanzar un acuerdo antes del 2 de agosto, las consecuencias serían catastróficas para la primera potencia económica mundial, según la Casa Blanca y el Departamento del Tesoro de Estados Unidos. Pero el presidente de la Cámara de Representantes, el republicano John Boehner, dijo que "todo está sobre la mesa, menos subir los impuestos a los americanos". Los republicanos dudan de que el aumento del techo de la deuda sea una cuestión de vida o muerte para la economía norteamericana. Y recuerdan que cuando Obama era senador votó en 2006 en contra de elevar ese tope de endeudamiento. En la Casa Blanca, aseguran que fue un error y que si el actual presidente hubiera sabido lo que sabe ahora, no lo habría hecho. Hasta ahora, siempre que el Gobierno ha pedido al Congreso de los Estados Unidos que eleve el límite de la deuda, este ha accedido. Desde 1960, el Congreso ha permitido en 78 ocasiones subir permanentemente el tope de la deuda, extenderlo temporalmente o revisar su definición; 49 veces con presidentes republicanos y 29 veces con presidentes demócratas. EEUU no debería tener triple A [la mayor nota posible de las agencias de calificación de riesgos]. ¿Por qué lo tiene?: porque existe la idea de que la economía yanqui es uno los tejidos productivos más ágiles del mundo. El dinamismo de su economía hace que tenga un gran potencial para asumir deuda, una ventaja que no tiene ningún otro país del mundo. Por eso el mercado no está demasiado preocupado por ese asunto. El mercado sigue confiando. Todavía la confianza vence al pánico. Pero cuando el pánico sobrepase a la confianza… Las negociaciones se desarrollan en el marco de una cuenta regresiva hacia el 2 de agosto, fecha en la cual la primera economía mundial ya no estará en condiciones de reembolsar sus deudas si el Congreso no aprueba un incremento del límite de endeudamiento federal. Los republicanos, que controlan la Cámara de Representantes, rehúsan dar su voto a menos que el Ejecutivo acepte drásticos recortes en los gastos presupuestarios. Obama está de acuerdo en cortar gastos y fijó en abril el objetivo de 4 billones de dólares de recortes en un período de 12 años. Pero el quiere también que los contribuyentes más ricos paguen más impuestos, lo que los republicanos rechazan rotundamente hasta ahora. Obama ha dado un toque de atención a los republicanos, que se oponen a una subida de impuestos, y ha subrayado que el debate sobre la ampliación del límite de la deuda no debe ser utilizado como una pistola contra la cabeza del pueblo estadounidense, y convertir a este en un rehén, por asegurar beneficios fiscales. Los republicanos defienden la necesidad de reducir el gasto público, especialmente en programas sociales. El plan de Obama de reducir el gasto en 4 billones de dólares durante 12 años, es insignificante considerando que el déficit federal actualmente suma 1,65 billones de dólares. Si se aplican los cálculos financieros comúnmente aceptados muestran que el déficit anual del gobierno estadounidense suma entre 4-5 billones de dólares, los 4 billones de dólares de Obama resultan incluso más insignificantes. De manera que no hay plan de ajuste que pueda salvar a EEUU. Solo les queda seguir endeudandose hasta gastarse todo el crédito y despues… presentar la quiebra. En los últimos días, en los Estados Unidos se hablaba de la posibilidad de que el Presidente usara una de las cláusulas de la decimocuatra enmienda de la Consitución para aprobar un aumento en el tope de la deuda sin la aprobación del Congreso.

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