Las tratativas entre la Casa Blanca y los republicanos del Congreso sufrieron un duro golpe en la noche del sábado, cuando el presidente de la cámara baja, Boehner, de Ohio, declaró que su partido ya no apoya el paquete de recortes por alrededor de 4 billones de dólares y anunció su retiro de las negociaciones para alcanzar un acuerdo global sobre la reducción de la deuda estadounidense. En tanto, el Tesoro estadounidense ya está evaluando posibles alternativas para el caso en que no haya acuerdo en el Congreso para elevar el techo de gasto y fuese inevitable entrar en Default. Geithner, secretario del Tesoro, había dicho reiteradamente que no existen planes de contingencia si el Gobierno no logra elevar el límite de deuda antes del 2 de agosto. Pero si existen. Un equipo de funcionarios del Tesoro estadounidense está discutiendo en secreto opciones para evitar el Default en caso de que no se logre un acuerdo en la cámara. Entre las opciones que están barajando estaría que el Gobierno pueda aplazar sus pagos para poder utilizar efectivo más allá del 2 de agosto, si se puede utilizar un instrumento de 1985 que da al ejecutivo la autoridad legal para priorizar pagos e incluso si la constitución permite a Obama ignorar al Congreso para seguir emitiendo deuda. Esta última alternativa haría uso de la enmienda 14 que dice que el Gobierno no puede renegar sus deudas. Otra de las alternativas estudiadas sería si la Reserva Federal puede llegar a funcionar como operador del Tesoro en los mercados en caso de no elevar el límite de deuda hasta los 14,3 billones de dólares que necesita para llegar a tiempo.
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