Un vistazo a la historia sugiere que cuando Estados Unidos estornuda, el resto del mundo se resfría: en especial, el mundo en desarrollo. Esto fue valido en las cinco recesiones que van desde los años setenta hasta el cambio de siglo. Ya no. Al menos no con la misma intensidad. Los países emergentes -en especial los más relevantes: China, India y Brasil- no sólo no se han hundido, sino que han aguantado el chaparrón de la crisis mucho mejor que las economías avanzadas en general, y que Estados Unidos (origen y epicentro de las turbulencias) en particular. Han salido reforzados de la primera gran crisis de la globalización. Y dejan atrás la recesión como un tiro: su crecimiento multiplicará por cuatro el de los países avanzados en 2010: avanzarán un 5,1%, frente a un anémico 1,3% en el mundo mal llamado desarrollado. Y lo triplicará en el próximo lustro. Las reservas con las que se han pertrechado estos países tras las crisis anteriores y la mejora de sus exportaciones explican esa mayor resistencia a las dificultades. Todas las tradicionales locomotoras económicas están en el taller de reparaciones. Estados Unidos sale de la recesión pero no está -ni mucho menos- en forma, con el déficit público disparado, el paro por encima de la barrera psicológica del 10% y sus desequilibrios -déficit comercial, baja tasa de ahorro- más moderados pero ni mucho menos domados. Japón vuelve a su endémica deflación con la que pelea sin apenas resultado desde hace casi 20 años. Y la vieja Europa se enfrenta a un 2010 marcado por el estancamiento, y con varios incendios: el agujero fiscal en Grecia, el paro desbocado en España y el desplome de Europa del Este, que ha perdido pie con respecto a otras áreas emergentes. Asia, el sureste asiático, con China a la cabeza, es la gran esperanza blanca: el dragón chino volverá a crecer a tasas cercanas al 10% en 2010 y tira del resto de economías de la zona. El mercado asiático está rebotando a toda velocidad en una recuperación impresionante tras los latigazos de la crisis financiera y el hundimiento del comercio mundial en los últimos meses de 2008 y los primeros de 2009. Asia y Latinoamérica son el nuevo mundo: las dos regiones, capitaneadas por China, India y Brasil, protagonizan un movimiento cismico en la economía mundial, cuyo centro de gravedad se va desplazando progresivamente.
Fuente
No hay comentarios.:
Publicar un comentario