¿Que hacer?

La crisis financiera internacional iniciada en julio de 2008 encuentra a la Argentina en una encrucijada. Un mundo en menor crecimiento implica precios más bajos para los productos de exportación. Los problemas en los mercados financieros causarán aun mayores dificultades para lograr financiamiento e inversión del exterior. Sin embargo, aun los más pesimistas vislumbran un horizonte auspicioso. De aquí a 2015 más de 800 millones de personas asiáticas ingresarán en el mundo del consumo. Así, incluso en los peores escenarios, las economías chinas e indias mantendrán tasas de crecimiento superiores a 8% y 7% anual, impulsadas por el consumo y la inversión domésticas, e importantes mejoras de productividad. El largo camino hacia el consumo de más y mejores alimentos continúa en China y la India, y gran parte del mundo en desarrollo. Finalmente, la crisis encuentra a los países emergentes como un conjunto en mejores condiciones macroeconómicas que en otras coyunturas críticas. El mundo abre una nueva oportunidad para la Argentina, más allá de la crisis financiera. La pregunta clave es cómo el país aprovechará esta tal vez breve ventana de oportunidad para lograr el desarrollo. Es necesario aumentar la productividad pensando en la demanda que vendrá del Asia Pacífico. Debe haber una mejor coordinación entre las agencias estatales de promoción de exportaciones a nivel nacional y subnacional. Debe haber un sistema eficiente y transparente de evaluación de los programas de estímulo a las exportaciones. Debe haber una política de incentivo para los exportadores “pioneros”. Y sobre todo se debe apostar al mejoramiento y educación intensiva del capital humano tanto de los niveles primarios hasta los post-universitarios.