viernes, 25 de julio de 2008

La Economía Basada en Evidencias

Tesis: sin educación no hay desarrollo. No es casual que en los países donde se han logrado niveles extraordinarios de crecimiento, la inversión en educación es la más alta del mundo. La inversión en educación es la que produce un retorno más rápido, ya que amplía las posibilidades de competir de una economía. Pero más que el monto de la inversión en educación importa el grado de eficiencia de los recursos empleados en la formación. Los mejores resultados obtenidos en los países nórdicos de la UE dependen mucho más de la eficiencia y la efectividad del gasto que de su cuantía. Finlandia es el país que obtiene mejor puntuación, con un gasto en educación más bien “modesto”, del 2,5% del PIB, muy inferior al de España, que dedica el 3,5%, y que junto a Italia y Portugal registra los peores resultados. Estados Unidos figura también con una puntuación muy pobre, aunque tampoco arriesga muchos recursos para la enseñanza. Los Estados de bienestar más fuertes, las sociedades escandinavas, figuren entre las economías más competitivas. La razón es que las sociedades de bienestar invierten en la educación y en la formación de las personas y tienen políticas activas que ayudan a los trabajadores a pasar de un empleo a otro, y en donde el diálogo social entre trabajadores, empresarios y Gobiernos es esencial para lograr una buena productividad y una elevada cualificación. Los analistas oponían el dinamismo español a la esclerotizada maquinaria alemana. Pero los escleróticos alemanes están capeando el temporal mucho mejor y no puede decirse que su competitividad -actualmente, es el mayor exportador del mundo- descanse en los salarios de sus trabajadores, los más elevados del continente. Alemania exporta más de lo que importa, produce mucho más de lo que consume y además, invierte, ahorra y hasta presta dinero. Tienen buenos sueldos, ¿Cuál es la clave de todo esto?: que sus puestos de trabajo generan mucho más valor añadido. Llevan décadas trabajando en la alta tecnología con grandes empresas que arrastran a otras muchas. Desde el 2002 a pesar de la fortaleza del euro, las exportaciones europeas a Estados Unidos han aumentado sostenidamente, mientras que al mismo tiempo se han reducido las importaciones procedentes de EE UU. El saldo comercial favorable a ha aumentado desde 32.000 millones de euros a 80.000 millones entre 2000 y 2007. La parte de león de esta superioridad comercial europea la constituyen nada menos que la maquinaría, los vehículos y los productos químicos, de la que casi la mitad corresponde a Alemania. Aunque destacadas instituciones como el World Economic Forum y la escuela de negocios IMD sitúan todavía a Estados Unidos como la economía más competitiva del mundo, la realidad es que Suiza, Dinamarca, Suecia, Alemania y Finlandia le pisan los talones. En términos estrictamente comerciales, la economía europea exhibe un alto nivel de competitividad que se pone claramente de manifiesto en la creciente penetración de sus productos en el mercado estadounidense y a la vez con una reducción de las compras europeas al otro lado del Atlántico. Conclusión: hay una relación entre inversión en educación y desarrollo económico, pero esta inversión, aun siendo “modesta”, si es eficiente logra resultados, si es abundante, pero no se focaliza en desarrollar tecnologías no mantiene esa relación. No es cierto que el Estado de Bienestar ahogue la economía ni apague la competitividad. No es cierto que los salarios bajos expliquen la competitividad. Tampoco es cierto que una moneda devaluada sea la causa final de la competitividad. La causa de la competividad y de lo salarios altos está en la innovación tecnológica.

No hay comentarios.:

Entradas Relacionadas

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...