jueves, 28 de febrero de 2008

La lección innovadora de Irlanda

Los estudiosos de la innovación a menudo citan a Irlanda por los logros alcanzados durante el último decenio durante el cual 1.000 multinacionales se han establecido en el país. Si bien ahora parece que el crecimiento económico vuelve a la normalidad, queda pendiente una cuestión: ¿Es Irlanda un ejemplo que otros países pueden seguir?. La interrelación de factores en el proceso de innovación genera una ecuación difícil de resolver. Pero no hay ninguna duda de que los logros de Irlanda son el fruto de la apuesta del Gobierno por la economía del conocimiento. La inversión estatal a finales de los noventa en educación superior e I+D hizo posible encajar el sector productivo irlandés en una economía basada en la innovación. Por esta razón, el Programa de Investigación en Instituciones de Educación Superior (PRTLI), que ha invertido más de 600 millones de euros en los últimos cinco años, merece atención. El PRTLI es solamente UNO de los varios esquemas de financiación de proyectos de I+D que pone en practica Irlanda. Recientemente la política y los resultados del PRTLI han sido estudiados a fondo por un comité internacional de evaluación. Este comite llego a la conclusión de que si bien los efectos de la inversión en I+D no aparecen hasta pasados unos años, hay patente indicios de los beneficios de esta inversión. La peculiaridad del PRTLI es que deja atrás la reciente (y liberal) ortodoxia según la cual los Gobiernos deben financiar proyectos y no instituciones. En su lugar, hace hincapié en el fortalecimiento de las capacidades institucionales y estratégicas. Los fondos del PRTLI se asignan siguiendo una dura competición en la que las instituciones solicitantes deben exponer sus estrategias y unos planes para llevar a cabo sus objetivos. Desde luego, el PRTLI ha tenido que vencer dificultades ligadas a la evaluación de los planes estratégicos presentados. Los científicos consideran relativamente fácil evaluar la excelencia científica del proyecto, pero cuando éste alcanza la consideración de estrategia los criterios resultan más opinables. Consolidar la capacidad investigadora a largo plazo y el desarrollo de masa crítica en áreas prioritarias es un efecto de largo plazo que hace que dicho programa sea único, previsor e innovador. Dado que las instituciones solicitantes son las universidades y los institutos de tecnología, solamente el hecho de introducir la cultura del pensamiento estratégico en el sistema es ya un logro en sí mismo. El PRTLI ha resultado en una serie de nuevos centros de investigación, necesarios dada la desértica situación de mediados de los noventa, y en la movilización de la comunidad científica y de las instituciones que han adoptado un enfoque profesional en cuanto a la organización de la investigación, planificación y gestión. Se ha potenciado la colaboración (estratégica antes que táctica), ha aumentado el impacto de otras fuentes de financiación y ahora Irlanda retiene más a sus cerebros e, incluso, contrata científicos extranjeros. Por otra parte la evaluación ha reconocido que los lazos entre actores en el sistema de innovación, en concreto con el ámbito empresarial, son todavía débiles y que la planificación estratégica de las universidades necesitará ser continuamente supervisada y fortalecida. El progreso de Irlanda dependerá de la continuidad en la financiación por parte del sector público y en la participación activa del privado.

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