domingo, 27 de agosto de 2006

Japón crece

A partir de 1955 Japón comienza una etapa de aceleración del crecimiento económico, en la que se dan unas altas tasas de crecimiento de la economía con el fuerte apoyo del sistema financiero. Este periodo dura hasta mediada la década de los setenta, cuando se produce la primera gran crisis generalizada del petróleo. Los comienzos de la primera etapa (de recuperación en la postguerra) están caracterizados por la falta de equipos e instalaciones productivos -habían sido destruidos- y ausencia casi absoluta de primeras materias, materiales y recursos naturales de todo tipo que imponían unos severos límites al crecimiento económico; era unaeconomía con grandes desequilibrios básicos. En este periodo se da una prioridad total a las inversiones en instalaciones industriales y bienes de equipo, siendo estos últimos adquiridos, al igual que las primeras materias, materiales y demás recursos naturales deficitarios, con una expansión de las exportaciones, tema éste que también era prioritario. En la siguiente etapa, la de aceleración del crecimiento económico, se consigue resolver los desequilibrios básicos, a la vez que se alcanza un crecimiento sostenido de la economía. Durante la década de los 60 la tasa de crecimiento anual en términos reales se aproximó al 11 %, crecimiento que fue imparable durante las siguientes décadas, llegando a alcanzar dicha tasa un 12 % en 1970 (en 1968 el Japón ya se había colocado como el segundo país industrial, tras los Estados Unidos). Este crecimiento que tuvo como base la ayuda norteamericana de postguerra también estuvo basado principalmente, entre otros factores, en la alta capacidad de ahorro de los japoneses, ahorro que fue fomentado desde el Gobierno a través de una política económica clara y muy definida. En la década de los 60 el Gobierno acomete lo que podríamos denominar primera fase de una profunda reestructuración industrial. En esta etapa se ponen en marcha, entre otras, las siguientes medidas:• El fomento de los cárteles.• La limitación de la inversión extranjera en empresas japonesas. Se fija un tope máximo del 20 % del capital social.• La limitación de la inversión extranjera en las joint-ventures formadas con empresas japonesas. Se fija un tope máximo del 50 % del capital social de las empresas conjuntas.• La liberalización selectiva de la economía japonesa. Sólo se abren al exterior los sectores japoneses menos vulnerables a la competencia internacional.

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