Una ceguera inexplicable

Un reciente estudio de “The Times” publicó un ranking de las 200 mejores universidades del mundo y solo seleccionó una de Latinoamérica. Esto demuestra que en Latinoamérica los políticos no tienen en claro que LA EDUCACIÓN ES EL MOTOR DE LA PRODUCTIVIDAD y competitividad, ya que sus apuestas y estrategias están dirigida en un sentido exclusivamente economicista, comercial o mercantil sin tener en cuenta la variable educativa. El éxito y desarrollo de los sistemas productivos y competitivos en los países del primer mundo se da en un entorno configurado por cuatro variables importantes: a) ciudadanos educados; b) relevancia de la investigación y la innovación que se expresa por la vinculación universidad-empresa; c) estado de derecho (eficacia en el respeto y cumplimiento de la ley); y d) sistema financiero sólido, estable y al servicio de la rentabilidad productiva y no de la especulación. Aunque parezca mentira, aunque resulte increíble los gobiernos latinoamericanos todavía no han descubierto que la inversión en educación e investigación modifica sustancialmente los patrones productivos, competitivos y de consumo.