domingo, 12 de febrero de 2006

Probar la propia receta

No solo los chefs prueban sus propias recetas, el FMI también desde que perdió a sus principales clientes, como Brasil y la Argentina. Esos miserables vivían la “dolce vita” a costilla nuestra. La palabra ajuste, que prescribía con facilidad a los demas, parece no tener no despertarles tanto entusiasmo cuando tienen que aplicarlo en “cuero” propio. El gallego Rato no sabe dónde ni cómo colocar los US$ 300.000 millones que tienen disponibles. No hay clientes, todos los días llega el mediodía y el pescado esta sin vender. El Fondo vive de lo que cobra por sus préstamos, pero como le quedan pocos deudores importantes los ingresos se han estrechado, la calle esta dura, Turquía y Uruguay son casi sus únicas victimas a pesar de contar con 184 países miembros. El gallego añora viejos tiempo y advierte esperanzado: "las crisis van a volver". Tiene razón, las cosas se están poniendo mal, pero... EN WASHINGTON. Por de pronto, el FMI esta haciendo “ajustes estructurales”, los argentinos entendemos de que va: están echando ñoquis, por eso fusionaron dos departamentos el de “Asuntos Monetarios” con el de “Capital Markets”, cuyo director, mister Hauseler, tuvo que irse a su casa a darle de comer a los pajaritos. También se eliminan oficinas del organismo en varios países. La de Argentina, a cargo de Andy Wolfe, está en duda (su antecesor John Dodsworth se jubiló). Lo mismo ocurre con la de Brasil. México fue el primero en 2001 en dar la espalda a estas representaciones. Así las cosas, el único que conservaría una sede del FMI en la región sería Perú. Para el renunciado vocero del FMI, Thomas Dawson, los problemas del organismo se deben a que 2.700 funcionarios en el FMI son demasiados para atender a tan pocos clientes. Me permiten que me ría un poco: jajajajujujajajaujuajuuajuai.

No hay comentarios.:

Entradas Relacionadas

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...