Desde la salida de la convertibilidad, los agronegocios atraviesan por su mejor momento en muchos años, circunstancia ayudada por una serie de variables como la incorporación de tecnología en el sector productivo, un dólar que hace competitivos a los productos y granos nacionales en el exterior. De los distintos rubros de la producción, la actividad agrícola es una de la más favorecida y la que año tras año quiebra récords de rendimientos en las distintas campañas. El crecimiento de este rubro ha sido constante y superándose una y otra vez barreras de producción. Y este desarrollo no se va a detener en las próximas campañas. La evolución del área sembrada aumentó desde la campaña 2000/01 de 27.500 millones de hectáreas a 29.700 en la 2004/05; es decir, que HUBO UN INCREMENTO DE 2.200 MILLONES DE HECTÁREAS SEMBRADAS en cinco años. En cuanto a las toneladas de granos producidas en esa cantidad de hectáreas, se pasó de 69.000 millones de toneladas levantadas en la campaña 2000/01 a 84.000 millones en los años 2004/05; con lo cual, la diferencia fue de 14.000 millones de toneladas.Por otra parte, el promedio nacional en la productividad de cereales y oleaginosas, en toneladas y por hectáreas fue récord histórico en la campaña pasada ya que se produjo un rendimiento superior en un 10 por ciento al de los años 1997/98. Al respecto, hay que destacar que el consumo mundial de productos vegetales viene en alza: en el período 1976-1980, la cifra fue de 191 kilos per cápita; desde entonces este consumo se esta incrementando y para el período 2016-2020 se espera que se ubique en 199 kilos por habitantes año. Indudablemente que la incorporación de maquinarias y herramientas ayudó a mejorar la producción y también se notó el incremento de la inversión que hicieron los productores, tanto en sus ventas como en la facturación. En lo que hace a la comercialización de cosechadoras, la cantidad vendidas en el 2002 fue de 600, mientras que en el 2004 ese número trepó hasta las 3.200, o sea que las ventas en cantidad se incrementaron en un 530 por ciento. El aumento de unidades vendidas se reflejó en la facturación que pasó de 300 millones de dólares en el 2002 a 1.300 millones el año pasado, advirtiendo un 430 por ciento de aumento en la facturación. Un rubro que experimentó un boom de ventas en los últimos años es el de los tractores que pasó de colocar 1.000 unidades en el año 2002 a 6.200 en el 2004, lo que acusa el más que considerable porcentaje de aumento del 620 por ciento en sólo dos años. La facturación derivada de las ventas, sumando los implementos, fue para los tractores de 500 millones de dólares en el 2002, mientras que en el 2004 ese monto ascendió a 1.900 millones de la misma moneda. En el rubro implementos y en los mismos años mencionados anteriormente, la venta pasó de 600 a 2.300 millones de dólares, experimentando un incremento del 380 por ciento. En cuatro años, la valorización de la propiedad de la tierra se elevó fuera de lo común. Los precios de los campos subieron de manera espiralada, especialmente los que estaban destinados al cultivo de la soja. Cuando los precios de la oleaginosa bajaron y la realidad ganadera comenzó a tomar vuelo, fueron los destinados a la cría y engorde de ganado vacuno los que se revalorizaron. Desde el año 2001 y hasta el 2005, los campos agrícolas incrementaron su valor en un 210 por ciento, en tanto que los ganaderos aumentaron en un 225 por ciento. En cuanto a la valorización de la propiedad de la tierra en el período que va desde el 2000 hasta este año desagregado por rubros, en materia agrícola la hectárea pasó de costar casi 7.500 a 16.000 pesos en la presente campaña. Si bien la alta tecnificación y la poca disponibilidad de personal que se necesita para trabajar cultivos particulares, como el de la soja, hacen presuponer que la generación de empleo por parte del sector es baja, o al menos tiene poca incidencia en el total nacional; no sucede lo mismo en otros rubros. De hecho, distintas actividades han aportado a que la cantidad de personas que se incorporaron a trabajar en empleos directos e indirectos sea más que importante. Los números de la cartera nacional indican que la creación del empleo genuino en los agronegocios fue, en el período 2000/05, de 406.000 NUEVOS PUESTOS DE TRABAJO, notándose un incremento del 21 por ciento. Por otra parte, desde el Banco Nación se reconoce que la relación con los clientes pertenecientes al sector estuvo lejos de ser un dolor de cabeza para la institución. Haciendo una mirada retrospectiva de la cartera morosa total de clientes agropecuarios de la entidad, en abril del 2002 contaba con 38.000 productores en esa situación, bajando esa cifra en junio del 2003 a 19.000, acentuándose la caída a 13.500 en el año pasado. Del total de morosos pertenecientes al sector, el 64 por ciento canceló y/o normalizó sus compromisos, lo que representa a 24.500 productores, mientras que la deuda disminuyó en tres años en 1.100 millones de pesos.
http://www.cadena3.com.ar/noticias_ampliada.asp?mas=72860
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