miércoles, 21 de diciembre de 2005

¿Como se invierte en la Argentina?

A partir del primer trimestre de 2005, la economía ha vuelto a recuperar los valores que tenía en el segundo trimestre de 1998. Las importaciones, si bien muestran una buena dinámica, aun se hallan por debajo del nivel alcanzado en 1998. Gran parte del flujo de inversiones se concentró en los sectores favorecidos por la depreciación del peso y allí podemos identificar al agro, los combustibles y la industria textil, que se apoyaron en la rentabilidad de sus exportaciones (los primeros) y en la sustitución de importación favorecida por el bajo costo en el caso de la industria textil. Desde el inicio de la recuperación económica la Inversión Bruta Interna Fija (IBIF) se expandió cuatro veces más velozmente que la actividad agregada, recomponiéndose la relación con el PBI. En 2002, la IBIF representaba 11% del PBI, pasando a una participación del 19% en 2004. La IBIF permite apreciar en su composición que el 60% de la misma corresponde a construcción y el 40% restante a maquinaria y equipos productivos, la mitad de estos últimos importados. De esta forma, los equipos importados participan con el 25% de las inversiones totales y REPRESENTAN EL 50% DE LAS INVERSIONES EN BIENES Y EQUIPOS DESTINADOS A LA PRODUCCIÓN. En 2002 tan solo representaban el 28%, de allí que sea notable la velocidad de crecimiento del equipamiento importado y su recuperación en la estructura de la IBIF. La Inversión Bruta Interna Fija, tanto en equipos como en construcción, ACUMULA PERÍODOS CONTINUOS DE CRECIMIENTO: en el caso de equipo durable son nueve los trimestres de expansión, mientras que en la construcción acumulan diez trimestres. Lo llamativo del proceso de recuperación de la inversión en este período es la fuente de financiamiento ya que es al revés de lo que sucedía en los ´90 (en que se financiaban con ahorro externo), EL ACTUAL PROCESO SE VERIFICA CON AHORRO DOMESTICO. Las firmas no sólo nacionales sino también las extranjeras participan de este proceso de inversión. En el primer semestre de 2005 los anuncios de inversión de las empresas extranjeras totalizaron u$s 7.700 millones. De este monto, el 69% irá destinado a formación de capital (89%); el 31% restante (u$s 2.400 millones) sería aplicado a fusiones y adquisiciones. Los niveles esperados de Inversión de Firmas Extranjeras (IFE) para 2005 resultan similares a los de 2004. La orientación sectorial de las IFE en formación de capital se orienta a: 1) industrias extractivas (38%); 2) infraestructura (29%); 3) industria manufacturera (24%); 4) comercio y servicios (8%), y 5) actividades primarias y sector financiero (1%). Obsérvense como se han reorientado las inversiones extranjeras un poco hacia la industria, abandonando el sector financiero. Esto significa que la economía pueden orientarse en base a una política definida en una dirección positiva, la misma economía que dejada en total libertad no toma esa dirección y se orientan por senderos que no son productivos ni deseables. ¿El libre mercado siempre elige lo mejor?. No, en algunos casos lo hace, y se lo debe dejar hacer, en otros hay que corregirlo y orientarlo con politicas estatales. Los países que invierten en la Argentina son España, con más de u$s 1.900 millones (37%); Estados Unidos, u$s 800 millones (15%); luego siguen Brasil (11%); Francia (11%); México (6%) y Chile (6%). Los desembolsos por sector según países serán para España: petróleo, gas, comunicaciones, transportes, derivados de petróleo y energía eléctrica; Estados Unidos: en actividades extractivas, comercio y servicios; Brasil, por su parte, se orientó a actividades extractivas –petróleo y minería– y en menor medida en industrias de infraestructura. Las provincias mas favorecidas en proyectos de formación de capital se han repartido en casi un 60% entre: Buenos Aires, Neuquén, Santa Fe, Santa Cruz, Mendoza, Córdoba, Chubut y la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, con desembolsos de u$s 3.100 millones. De todos modos la orientación todavía no es la correcta, la orientación debe ser hacia la manufactura tecnóloga, recién ese día estaremos en el buen camino. Pero no hay que dejar de resaltar que, por lo menos, dejamos las finanzas y vamos hacia la inversión en producción aunque todavía centrada mayormente en materias primas. Insisto, la financiación se hace con ahorro interno y no externo, mientras que la inversión externa se orienta a la producción y no a la especulación financiera. Esto que no favorece los intereses financieros naturalmente no despertaba la aprobación del FMI. Por fin nos sacamos de encima a esos depredadores... por fin.

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