sábado, 9 de julio de 2005

Breve historia del liberalismo

El liberalismo fue acusado de haber provocado la crisis de 1929. Esta debacle debilitó la confianza en la capacidad de los mecanismos de mercado para superar las crisis económicas. En aquel entonces, los gobiernos, aconsejando por los liberales, habían asistido pasivamente a su advenimiento por lo que la crisis acabó extendiéndose y prolongándose. Siguiendo los consejos de Keynes los Estados empezaron una política de prevención en relación a nuevas crisis. La industrialización de regiones del Tercer Mundo se llevó a cabo CON FUERTE PRESENCIA DEL ESTADO EN LA ECONOMÍA, apoyado en la teoría de la "industrialización sustitutiva de las importaciones". Esa política surgió como crítica de la "teoría del comercio internacional" (teoría liberal), que consideraba que cada país debería dedicarse a aquello que llamaba "ventajas comparativas", LO QUE CONDENABA A QUIENES LLEGABAN POSTERIORMENTE AL MERCADO INTERNACIONAL A QUEDAR PRISIONEROS DE LA PRODUCCIÓN DE ARTÍCULOS PRIMARIOS que, intercambiados por los industrializados, consolidaban eternamente la división entre potencias industriales y países agrícolas o minerales. Cuando la crisis de 1929 parecía haber convertido al liberalismo en un cadáver, este regresó para postularse como el remedio de todos los males. Durante su exilio, los liberales se habían mantenido como crítica marginal y conservadora de las tendencias económicas dominantes. Y entonces llegó la crisis del petróleo de 1973. El diagnóstico liberal fue que la regulación desestimulaba al capital y que la libre circulación era la alternativa para regresar al desarrollo. Surgieron así las propuestas liberales que promovieron la hegemonía de la ideología de mercado, identificada con el dinamismo y la "libertad económica". El combate a la inflación era colocado como el objetivo fundamental, como condición previa indispensable para retomar el crecimiento económico. La lucha contra la inflación era la forma específica de LUCHAR CONTRA LA PRESENCIA DEL ESTADO, al considerar que ésta era promovida por el Estado con la fabricación de moneda para cubrir el déficit, lo que llevaría igualmente a la reducción del gasto público y, con estas medidas, A LA REDUCCIÓN DE PRESTACIONES DE SERVICIOS POR PARTE DEL ESTADO, particularmente a las capas más pobres de la población. El liberalismo fue asumido como modelo hegemónico por el capitalismo a escala mundial. Se generalizaron, gracias al FMI, el BM, y la OMC, las políticas de liberalización económica, con la desregulación, privatización, apertura de las economías al mercado mundial y retracción de la presencia del Estado en la economía. Sus políticas, inicialmente consideradas como las mejores, pasaron a ser consideradas las únicas, conforme al recetario del Consenso de Washington. Dos décadas después, el balance del liberalismo no corresponde a sus promesas: la economía no retomó la expansión, el desempleo aumentó sensiblemente y las crisis financieras se sucedieron. En ese contexto de crisis económica el liberalismo entró también en crisis ideológica, y ex teóricos del neoliberalismo pasaron a reivindicar ACCIONES COMPLEMENTARIAS POR PARTE DEL ESTADO y formas compensatorias para remediar los daños sociales causados. Stiglitz es uno de ellos.

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