viernes, 19 de julio de 2013
Como en Argentina 2001, Detroit declaró un default récord
Kevyn Orr, director de Emergencias de Detroit (administrador especial), capital del estado Michigan, pidió permiso a un juez federal para colocar la ciudad en el capítulo 9 de protección por bancarrota. "Tenemos que afrontar el hecho de que [Detroit] no puede y no paga sus deudas […] es insolvente", reconoció el gobernador Rick Snyder.Una serie de factores han contribuido a que Detroit, capital de Michigan y de la industria automotriz estadounidense, caiga en la insolvencia: la ciudad perdió 250.000 habitantes/contribuyentes entre 2000 y 2010 (su población, que en 1950 llegó a 1,8 millón, ahora anda por los 700.000), y gran parte de la clase media y decenas de empresas también huyeron de Detroit. La merma de ingresos ha resultado importante pero Detroit no pudo o no supo o no quiso reducir sus presupuestos. En los meses recientes, la ciudad echó mano a endeudarse emitiendo bonos respaldados por el Estado para pagar la nómina salarial de sus 10.000 empleados. El déficit presupuestario de Detroit asciende a más de US$ 380 millones, y su deuda de casi US$ 20.000 millones. Ahora, el permiso a Detroir de declarase en quiebra (en verdad, una suspensión unilateral de pagos en lo que constituye la mayor reestructuración de la deuda de una ciudad estadounidense) tiene que ser aprobado por la Justicia. En Detroit llegaron a venderse casas por US$ 1 en 2008, cuando estalló la quiebra de las hipotecas en USA. Detroit suspendió el pago de intereses y capital de su deuda, después de que el Gobierno de Barack Obama haya rechazado rescatarla. Los pasivos de Detroit son casi 7 veces los del condado de Jefferson, en Alabama, que suspendió el pago de sus US$ 3.900 millones en 2007, en lo que hasta ahora era la mayor crisis municipal de USA. La situación financiera de Detroit es un ejemplo de la crisis de muchos centros urbanos estadounidenses, cuyos ingresos fiscales fueron pulverizados por la recesión de 2007 a 2009, combinada con el cambio estructural de su economía. Desde Detroit en los años 40 salían los vehículos blindados de USA hacia la 2da. Guerra Mundial. Después fue 'la ciudad del motor', sede de Ford, General Motors y Chrysler. General Motors y Chrysler tuvieron sus crisis financieras enormes en el pasado reciente. Chrysler ya es controlada por la italiana Fiat, y GM tuvo que reorganizar todo el pasivo. Pero Detroit no tomó cuenta de ello. La población más pudiente huyó hacia ciudades satélites, y el centro de Detroit fue ocupado por vagabundos y 3 casinos en los que jubilados pierden sus pensiones en máquinas tragamonedas. El 36% de la población vive por debajo del umbral de la pobreza, y Detroit es la ciudad de más de 200.000 habitantes con una tasa de delincuencia más alta de todo USA. La corrupción ha llegado a tal extremo que el ex alcalde de la ciudad, Kwame Kilpatrick, está en la cárcel por una lista considerable de delitos entre los que figura haber tratado de pegar una paliza al policía que fue a arrestarle a su casa. Tan rápido como creció en la década de 1950, con el empuje de la industria automovilística, hasta alcanzar los 1,8 millones de habitantes, Detroit se ha precipitado en el abismo. De ser la ciudad con mayores ingresos per cápita, se ha convertido en la de mayor índice de criminalidad, a causa de vecindarios vacíos y recortes de plantillas policiales. En la situación de Detroit han influido elementos de mala gestión y corrupción, pero sobre todo la despoblación de la ciudad, cuyo efecto es exponencial. Con la reducción de la mano de obra en las cadenas de montaje, debido a su automatización, los residentes comenzaron a emigrar hacia lugares con más ofertas de trabajo. El menor censo también supuso menores ingresos en impuestos municipales y por tanto el recorte de servicios, lo que a su vez animaba a más personas a abandonar la ciudad. Entre 2000 y 2012, Detroit perdió 250.000 habitantes. Cerca de 80.000 edificios están abandonados o tienen serios desperfectos. El 40% de las farolas callejeras no funcionan. La tasa de paro llego al 18%, más del doble de la cifra a nivel nacional. El total de 317 parques que tenía la ciudad se redujo en 2009 a solo 107, por no poder pagar su mantenimiento. En febrero se anunció la clausura de 50 más, mientras que en otros 38 solo serán atendidos parcialmente por los servicios municipales. El 40% del alumbrado público no funciona, así que hay muchos barrios sin luz. Los índices de criminalidad son los más altos de los últimos 40 años y la policía tarda 58 minutos en llegar al lugar de un crimen, frente a 11 minutos de promedio en Estados Unidos. Por falta de presupuesto sólo están en actividad un tercio de las ambulancias. Aceptada la quiebra por la justicia, urbes y pueblos se acogen al capítulo 9 para reestructurar sus deudas, al igual que hacen las empresas al pedir la protección del capítulo 11 de la misma ley. Bajo ese paraguas, se paralizan todas las acciones legales presentadas por los acreedores en contra del territorio, que debe elaborar un nuevo plan para salir del agujero. ¿Qué pasará ahora? ¿Cuales son las consecuencias? En primer lugar, los expertos destacan que la ciudad, sede de General Motors (la segunda empresa automovilística del mundo por ventas), llevará consigo para siempre el estigma de la quiebra. Después, anticipan más recortes para los trabajadores de la ciudad y más rebajas de gasto que afecten a los servicios públicos. Por último, temen que sea la primera de una estela de quiebras. De momento, Detroit empequeñece la bancarrota del condado de Jefferson, en Alabama, que hasta ahora había sido la mayor de la nación.
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