miércoles, 3 de agosto de 2011

El verdadero Obama (Obama sin careta)

¿Es el acuerdo de Obama por el techo de la deuda el peor trato de la historia de EE.UU.? Probablemente, pero no por los motivos que se discuten actualmente en los medios. Lo que hace que el trato sea un desastre total es que despoja al Congreso de su autoridad constitucional para controlar la economía de la nación. Esa autoridad se entregará a un comité bipartidista que decidirá cómo recortar 1,5 billones [millones de millones] de dólares del presupuesto a fin de reducir los déficit. Pero, ya que el comité estará formado por partes iguales por republicanos y demócratas, es probable que haya desacuerdo sobre qué programas deben recortarse. Todo esto es intencional, porque si el comité no logra decidir dónde deben tener lugar los recortes, la decisión la tomará un “mecanismo de ejecución automatico” que requerirá recortes generalizados. Bastante siniestro ¿verdad? Es una manera subrepticia de abolir la autoridad primordial del Congreso mientras se convierte la austeridad en la posición por defecto del gobierno de EE.UU. Cada vez que haya dudas: “¡Recortad los gastos!”. Naturalmente, el Partido Republicano rechazó todo acuerdo que involucre nuevos impuestos. No es sorprendente que los demócratas por doquier se quejen de que a Obama le "asaltaron" o, peor todavía, le "chantajearon". ¡Qué insensatez! Es el plan que Obama quiso desde el principio, solo que los obamistas simplemente no quisieron escuchar hasta ahora. Estaban demasiado ensimismados con su excelsa oratoria y su historia personal como si fuera una prueba infalible de un corazón bondadoso y una visión progresista. Lo que sigue es un pasaje de un discurso pronunciado por Obama en noviembre de 2008, antes de tomar posesión del mando, y mucho antes de que los déficit del presupuesto se convirtieran en un problema: “Nuestra economía está atrapada en un círculo vicioso: el revuelo respecto a Wall Street significa una nueva vuelta de amarre de la correa para familias y negocios en la Calle Mayor… tendremos que examinar minuciosamente nuestro presupuesto federal, línea por línea, y también realizar recortes y sacrificios significativos” ¿En serio? ¿Quiere decir que Obama estaba parloteando el mantra de la derecha incluso antes de entrar en el Despacho Oval? Muy en serio; eso explica por qué escogió a los dos perdedores más responsables del derrumbe financiero de 2008 para que dirigieran su equipo de economía: Lawrence Summers y Timothy Geithner. Los devotos de Obama minimizaron la importancia de los nombramientos como un error de neófito ya que no querían criticar al Querido Líder. Incluso ahora, se quejan y afirman que Obama fue embaucado o –escuchad bien– un “mal negociador”. Volvamos a la realidad. Obama está tan a la derecha como es posible sin ponerse un tricornio y unirse a una milicia. ¿No lo creéis? Ahora, un pasaje de su libro Audacity of Hope [Audacia de la esperanza] en el cual elogia efusivamente al héroe de su infancia, Ronald Reagan: “Reagan correspondió al ansia de orden de EE.UU., a nuestra necesidad de creer que no estamos simplemente sometidos a fuerzas ciegas, impersonales, sino que podemos conformar nuestros destinos individuales y colectivos, siempre que redescubramos las virtudes tradicionales de trabajo duro, patriotismo, responsabilidad personal, optimismo, y fe”. A Obama no le chantajearon: es tan favorable a las corporaciones como el que más. En junio de 2008, en cuanto Hillary terminó su campaña, Obama habló en CNBC, dejó de lado la etiqueta “populista” y anunció: “Vean: Soy un tipo favorable al crecimiento, de libre mercado. Me encanta el mercado.” Llenó su equipo económico de amigos de Wall Street, escogió a uno de los desreguladores de Wall Street de Bill Clinton, Larry Summers, como su principal consejero económico. Obama ha estado apuntando a Medicare, Medicaid y la seguridad social desde el comienzo. ¿Por qué iba a dar su apoyo Wall Street a un total “desconocido”, un senador durante solo dos años, sin experiencia en política exterior y antecedentes de organización comunitaria? No es exactamente el tipo de currículo que lleve a que se obtenga una victoria fácil para el máximo puesto del Imperio. Tiene que haber habido un quid pro quo, un acuerdo tácito de que si Obama resultaba elegido llevaría a cabo el programa de las corporaciones y el gran dinero. Y es lo que ha hecho. El fiasco del techo de la deuda solo prueba que Obama cumple sus promesas. En otras palabras, es hora de “pagar la deuda”.

Fuente

2 comentarios:

Hamilton dijo...

¿ “coup de etat” exitoso
o
“coup de etat gate” ?

Anónimo dijo...

al principio Obama me hacia acordar algo a Perón (porque parecía que su guia era Roosevelt) pero resulta que no es mas ni menos que un Menem (un Reagan camuflado).

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