lunes, 23 de mayo de 2011
Ridículos
Cuando están a punto de entrar en cesación de pagos presentan un proyecto en el Senado y en la Cámara de Representantes para sancionar a los países que se niegan a pagar sus deudas. La reacción de los inversores que le reclaman a la Argentina no se hizo esperar. La más emblemática, la American Task Force Argentina (ATFA), elogió la iniciativa del senador republicano por Massachusetts, Roger Wicker, y aplaudió al representante de Florida, Connie Mack y al demócrata de Missouri, Russ Carnahan que copatrocinan el proyecto de ley. La presentación de este proyecto de ley es una clara señal a Buenos Aires de que el gobierno de EE.UU. no tolerará más que Argentina siga ignorando u$s 3.500 millones en obligaciones para con acreedores estadounidenses. El director ejecutivo del ATFA, Robert Raben dijo: "No toleraremos más esta falta de seriedad. Haremos que Argentina responda ante la ley". Al mismo tiempo el monumental déficit de Estados Unidos se convierte en el blanco predilecto de los... acreedores de EEUU. Primero le pegó la calificadora crediticia Standard & Poor's – colocó al país en posición "negativa" al rebajar su perspectiva de la deuda –, después China le exigió "medidas responsables" para responder ante sus acreedores, ya que el gigante asiático es uno de ellos (es más, es el principal), y también se sumó el FMI. Blanchard, economista jefe del Fondo, dijo que Washington "carece de un plan creíble a mediano plazo para reducir su déficit presupuestario". En declaraciones al diario francés Le Monde, el economista consideró que los políticos estadounidenses no afrontan el problema porque no lo consideran urgente , ya que "no tienen ninguna dificultad para colocar sus bonos del Tesoro", con los que financian su déficit. "Hay razones para preocuparse", lanzó Blanchard, demostrando la preocupación del organismo internacional sobre el tema. Estados Unidos tiene una deuda de 14,3 billones de dólares. Gran parte de ese monto se generó durante los gobiernos de George W. Bush, quien incrementó fuertemente el gasto militar. La administración de Obama heredó ese panorama negro y lo aumentó con numerosos rescates que debió hacer durante la crisis para salvar empresas y bancos. Quienes no están preocupados con el déficit estadounidense son los mercados y, al parecer, los yanquis tampoco, si el número estratosférico de deuda nacional se dividiera entre los habitantes de EE.UU., cada hombre, mujer y niño adeudaría casi 47.000 dólares. Obama ha pedido al Congreso que autorice nuevos préstamos, esa autorización todavia no ha sido dada y sin embargo si no se aumenta el tope, el gobierno empezará, a la brevedad, a incumplir sus obligaciones, como el pago de intereses sobre bonos y certificados del Tesoro. Todo es muy surrealista: de aprobarse la ley para sancionar a los paises que se niegan a pagar sus deudas, EEUU tendrá, en ese caso, que sancionarse a si mismo.
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