La astuta Inglaterra

El Gobierno inglés va a prestar directamente dinero del erario público a las empresas en dificultades para ayudarlas durante la actual recesión. Las compañías que soliciten un crédito a un banco podrán pedir al Gobierno una cantidad equivalente, con lo que el Ejecutivo hará de hecho el papel de prestamista de última instancia. Pero el Gobierno seguramente tendrá que poner más de la mitad del préstamo porque, según se cree, en la mayoría de los casos, los bancos no aportarán más del 25% de la cantidad solicitada. Ese sistema permitirá a las empresas solicitar créditos de mayor cuantía, y su objetivo es que los bancos vuelvan a prestar dinero al correr la mayor parte del riesgo a cargo del contribuyente. Gordon Brown es reacio a inyectar más dinero público directamente en los bancos, desconfía de ellos, y razones no le faltan: los yanquis empezaron regalándole plata a los bancos pero no por ello estos empezaron a prestar. En cambio, Brown confía en que dándole los créditos directamente a las empresas se estimula indirectamente a los bancos para convencerlos de que deben prestar más. Como siempre, los ingleses, se muestran inteligentes y se atreven a ser originales mirando la realidad cara a cara, sin que ninguna ideología les deforme los hechos, eso les permite hacer lo más adecuado a cada caso en particular.