viernes, 9 de febrero de 2007
En Irlanda ¿que hicieron?
Irlanda demuestra que las limitantes no son económicas, sino mentales y políticas. A los irlandeses, las oportunidades económicas se le abrieron casi por arte de magia recièn cuando estuvieron dispuestos a enfrentar sus carencias y a organizarse para aprovechar su potencial. Es decir, que para progresar tuvieron que repensar todas sus instituciones y actuar en consecuencia. Lo impresionante del éxito irlandés es lo fácil que resultó su resurgimiento. Lo primero que reconocieron fue que el desarrollo no se construye con cemento y varilla, sino una enorme inversión en capital humano. El secreto último de la transformación irlandesa consistió en convertir a su población en el factor medular de competitividad. En lugar de invertir en puentes y carreteras, el gobierno reconoció que la esencia del desarrollo residía en la preparación de su gente, en lo que los economistas llaman el "capital humano". Es decir, el gobierno comprendió que la inversión física, obviamente necesaria, es irrelevante si no existe una población capacitada que la pueda explotar. De esta manera, se dedicaron ingentes recursos a transformar al sistema educativo con el fin de que se elevara la calidad de la formación de la población y para ofrecerle las habilidades necesarias para competir en el mundo del siglo XXI.
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
No hay comentarios.:
Publicar un comentario