martes, 1 de agosto de 2006

La contradicción del liberalismo

Para la Antigüedad, la Edad Media y aun el comienzo de la Edad Moderna resulta característica la idea de que el orden jurídico determina la vida económica. Con la economía clásica se constituye la idea de una evolución autónoma de la economía según sus propias leyes, el orden jurídico no puede ser mas que un obstáculo inhibitorio de ese desarrollo y por eso es necesario que se reduzca, incluso que desaparezca. Esto es lo que sostienen los liberales extremistas. El Estado no debe normatizar nada en cuestiones económicas. Esto es "desregular". Para el liberalismo, en su forma clásica, la libertad es el bien supremo. Por esta razón exige en el terrenos de la economía libertad de movimientos para el individuo. La errónea fe de los economistas clásicos en la "armonía preestablecida" de los intereses económicos, la idea de que la mejor manera de servir a los intereses colectivos consiste en permitir que cada individuo persiga sus objetivos egoístas individuales, llevo al liberalismo a exigir la plena entrega de la economía a sus propias leyes, al libre juego de las fuerzas en presencia. Para el liberalismo la formación de precios debe determinar la producción, la cual, en definitiva, procede según el resultado del choque de los miles y miles de planes económicos de los consumidores. En la economía planificada un organismo rector determina lo que hay que producir y en que cantidad, en la economía de mercado lo determinaría, en teoría, el consumidor, es decir, los liberales hacen creer que el consumidor tiene un poder del que en realidad carece. Como contraposición a esta visión, surge el socialismo, que sostiene que la economía libremente desarrollada no es adecuada para garantizar a todos los hombres la libertad. Dejar obrar al libre juego de las fuerzas en presencia lleva a la explotación del económicamente débil por el económicamente fuerte. Como se ve, el liberalismo y el socialismo ven la "libertad" desde distinto ángulo. No es posible realizar la libre economía de mercado por el funcionamiento teórico del "dejar hacer", antes al contrario, este principio pone en peligro la libre economía de mercado, mas precisamente la regulación del mecanismo de los precios, porque promueve la formación de monopolios ante los cuales los consumidores son impotentes. O sea a través del libre mercado se llega a una economía planificada por los grandes propietarios de los monopolios. Es decir, ocurre una paradoja, a través de un estricto libre mercado se llega a una económica planificada no por el estado, pero si por organizaciones "para estatales" incluso mas fuertes que el propio estado. La economía de libre mercado no puede nacer ni sobre todo conservarse mediante el simple "dejar hacer", la economía "libre" también supone la sujeción a una estructura normativa bien determinada, por ejemplo, para hacer frente a la concentración de riqueza hasta hacerse esta antieconómica. Sin medidas legislativas que velen por la conservación de la competencia no puede subsistir la economía de mercado, en un vació normativo la economía libre se va disolviendo bajo la acción corrosiva que ejercen sobre el mercado los cartels y los monopolios.

No hay comentarios.:

Entradas Relacionadas

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...