domingo, 27 de agosto de 2006

Japón: una economía diferente

En Occidente, el capitalismo fue fruto de un proceso que se inició en el Renacimiento y que duró varios siglos. En Japón, por el contrario, el fenómeno fue muy distinto. Las reformas técnicas, políticas y económicas se implantaron desde el poder en un periodo muy corto de tiempo. Para muchos analistas, el sistema económico del Japón de la postguerra ha sido un híbrido entre el capitalismo y el socialismo. En este modelo a la japonesa se conjugaron a la vez la jerarquía y la competencia como base del modelo. En Japón se sumaron, entonces, la jerarquía y la competencia, consiguiendo que el espíritu competitivo no aniquilara las estructuras jerarquizadas, y que la jerarquía se estableciera en gran medida a partir de una competencia meritocrática lo menos autodestructiva posible. Algunas de las características de este capitalismo de estilo japonés que se podrían resumir perfectamente en una sola, la ausencia de verdadera competencia, son, entre otras:• El férreo control del ministerio de Finanzas sobre el sistema financiero.• La existencia de empresas ineficientes, ya sean públicas o privadas, a las que se permite seguir desarrollándose.• La descarada connivencia entre la Administración Pública y las empresas al objeto de controlar las actividades empresariales de determinados sectores.• La existencia de considerables trabas para la entrada de nuevos competidores al objeto de proteger determinados sectores de actividad.• La consecución de un Estado de bienestar basado fundamentalmente en el igualitarismo económico-social de la población.Los japoneses no tienen las mismas nociones occidentales de «libre competencia», «mano invisible» del mercado o libertad de inversión y flujos financieros. Los japoneses poseen un tipo de desarrollo diferenciado del norteamericano. Las japoneses siempre estuvieron y siempre estarán cooperando y el mismo tiempo compitiendo. En Japón siempre hubo connivencia y cooperación entre las empresas y la Administración Pública. Así, la planificación económica realizada por el Gobierno ha podido ser el motor tanto para generar consenso en los sectores planificados como para que las empresas que los integran realicen inversiones sectorialmente consistentes tendentes a conseguir que estos sectores sean globalmente competitivos. La economía japonesa es una economía dual tendente a mediar-arbitrar entre los intereses privados y el interés público.

No hay comentarios.:

Entradas Relacionadas

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...