jueves, 31 de agosto de 2006

El caso de Brasil

En Brasil la política de promoción de la industria informática comenzó hace más de diez años con la aparición de los polos tecnológicos, las incubadoras de empresas de tecnología de la información acompañado con la voluntad y el espíritu emprendedor de los brasileños. En la década de los ‘90, el gobierno decidió apoyar la industria del software al percibir que Brasil tenía una base como para convertirse en un país exportador, resistiendo las presiones que fueron hechas por gobiernos de otros países, lo que permitió la creación de miles de industrias y capacitó a muchas personas. Lo más importante fue la combinación creativa de tres factores clave: las instituciones científicas y tecnológicas, una industria que iba a demandar la tecnología creada y la organización de la sociedad para que los órganos políticos lo apoyen. Como resultado de esa combinación el software brasileño triplicó su participación en el producto interno y hoy Brasil está levemente atrás de la arrasadora China y de la India, el paradigma de los países en desarrollo de fabricantes de software, con la diferencia que en lugar de meras líneas de código compradas como commodities, foco de la producción india, las empresas brasileñas fabrican el producto completo. Según un estudio comparativo realizado por el MIT en 2001 Brasil vendió 7700 millones de dólares en software, contra 7900 millones de China y 8200 millones de la India. Brasil tiene hoy poco más de cinco mil empresas para programación y su sector emplea 176.000 trabajadores. El último parque tecnológico creado es en Recife, bautizado Puerto Digital, una especie de Silicon Valley en incipiente formación, que destaca el papel fundamental de las incubadoras brasileñas y parques tecnológicos. Brasil tiene actualmente en funcionamiento 207 incubadoras y siete parques tecnológicos. De las incubadoras tecnológicas en funcionamiento en Brasil, el 84% está vinculada con centros académicos de investigación y universidades, siempre con algún tipo de asistencia del poder público y todas bajo el paraguas del Ministerio de Ciencia y Tecnología. ¿Y por lo Argentina como andamos?. No andamos, aquí se teme “aumentar el gasto publico” por eso no se gasta en investigación... en fin, cuando caminamos nos las vamos pisando y encima, nos creemos vivos....

No hay comentarios.:

Entradas Relacionadas

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...