domingo, 13 de agosto de 2006

¿De donde nace la competitividad?

En los últimos quince años, aproximadamente, la opinión mundial ha observado con asombro el surgimiento meteorico, como potencias industriales y comerciales, de los llamados "cuatro tigres" asiáticos. Corea del sur, Hong Kong, Taiwán y Singapur. Y ello, precedido muy de cerca por el formidable desarrollo económico de Japón. Esos países asiáticos se han movilizado activamente adoptando una estrategia económica que ha extendido en pocos años su base industrial. Han pasado de la fabricación de imitaciones de productos occidentales y de simple montaje de componentes electrónicos para el armado de radios y televisores a las producciones de alta tecnología, tales como computadoras y juegos electrónicos. Por otra parte, podría concluirse que en el caso de los tigres asiáticos la irrelevancia del factor trabajo se explica simplemente por el nivel relativamente bajo de los salarios. Pero, curiosamente, puede mostrarse otro grupo de países, entre los de muy avanzado desarrollo industrial y económico, con salarios que se ubican entre los mas elevados del mundo, cuya competitividad en el nivel internacional es indiscutible. Es el caso, por ejemplo, de Alemania Occidental, Suiza, Suecia e Italia. Coincidencia sugestiva, ya que también se trata de países con recursos naturales muy limitados. Una circunstancia fundamental debe destacarse respecto de la competitividad. Los alcances del concepto no se extienden usualmente a la economía de un país en su totalidad, sino a industrias o segmentos industriales específicos. Es frecuente que dentro de un mismo país coexistan sectores con productividades y competitividades muy dispares. La estructura económica japonesa, por ejemplo, incluye sectores industriales de baja competitividad, y lo mismo acontece con casi todos los países que han adquirido ventajas en algunos segmentos de su actividad productiva. ¿Donde reside entonces la explicación? ¿Por que algunos países han obtenido sensibles ventajas competitivas en el nivel internacional en ciertos segmento productivos?. La prosperidad nacional NO RESULTA DE LOS RECURSOS NATURALES, NI DE LA FUERZA DE TRABAJO, NI DE LAS TASAS DE INTERÉS NI DEL VALOR DE LA MONEDA, COMO LA ECONOMÍA CLÁSICA LO SOSTIENE. Y por eso los argentinos que se creen el cuento de la economía “clásica” siempre esperan que se podrá crecer introduciendo cambios en la remuneración de la fuerza de trabajo o en las tasas de interés o en el valor de la moneda para hacer los “recursos naturales” mas competitivos. Esta es una verdadera estafa ideológica que nos vienen haciendo los neoliberales de este país desde hace décadas. Cuando la verdad es que la competitividad de la nación depende de LA CAPACIDAD DE LA INDUSTRIA para innovar y mejorar la producción. En otros términos, se trata de la capacidad para producir nuevos bienes y servicios, para elevar la calidad de esos bienes y servicios, para disminuir los costos de los mismos o todo ello al mismo tiempo. Pero esto los pe-lo-tu-dos que en este país son devotos de los neoliberales no lo quieren entender y prefieren seguir siendo engañados para llevarnos a todos eternamente hacia el desastre.

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