sábado, 1 de julio de 2006

¿Dónde esta lo correcto?

Las empresas extranjeras radicadas en el país remitieron a sus casas matrices 900 millones de dólares en el primer trimestre de este año. El monto reinvertido de utilidades más los aportes de capital sumaron 600 millones. De modo que el balance de esa cuenta fue entonces negativo en 300 millones de dólares. En todo el 2005, el giro de ganancias de esas compañías hacia sus países fue de 2800 millones. Así, en el período 2004-2005 más los primeros tres meses de 2006, las compañías extranjeras enviaron en total 5600 millones de dólares. En el lapso 1992-2000 el promedio anual se ubicó en unos 2500 millones de dólares. De modo que la media anual de giro de ganancias al exterior por parte de las empresas extranjeras durante la época dorada del menemismo se ha alcanzado e incluso se ha superado en la actual etapa económica. Las empresas extranjeras han ganado –y ganan– mucho dinero y que han podido –y pueden– disponer de esos recursos libremente, tal como los liberales dicen que debe ser. Argentina tiene uno de los regímenes más liberales en el tratamiento del capital extranjero. El país nunca estuvo dando la espalda al mundo como sostienen estos crápulas, quienes afirman que la mayor o menor inversión extranjera es el símbolo de éxito o de fracaso de un país sin dar jamás razones científicas para sostener esta afirmación. ¿Qué dice la experiencia objetiva?. Que ningún país se ha desarrollado simplemente abriendo su economía a compañías del exterior. En las experiencias exitosas se encuentra una estrategia que supo aprovechar las ventajas del comercio internacional y la inversión EXTRANJERA a través de la iniciativa y el proyectos de Estados que se han preocupado por estimular la inversión interna y la innovación tecnológica LOCAL. Esta es la realidad. La opción impulsada en los noventa por los liberales cerriles fue “abrirse e integrarse a la economía mundial”, esperando pasivamente que el comercio y la inversión extranjera solucionaran los problemas de una manera mágica y sobrenatural. El resultado, es el que todos conocemos. ¿Por donde pasa lo correcto?. No pasa ni por cerrar la economía ni abrirla irresponsablemente. La Inversión Extranjera Directa (IED) impacta a nivel macro en el proceso de acumulación de capital, en los modos de financiamiento de la balanza de pagos y en el crecimiento. Y en el aspecto micro tiene su influencia en la productividad, eficiencia, ampliación y diversificación de los flujos comerciales y cambios tecnológicos. Según las experiencias de otros países, los resultados de esa participación en la economía no están predeterminados, sino que dependen de las estrategias empresarias y, fundamentalmente, de LAS POLÍTICAS PÚBLICAS QUE SE IMPLEMENTEN. En Argentina se ha dado un proceso donde LA INVERSIÓN EXTRANJERA HA DESPLAZADO A LA LOCAL. En cambio, en las economías asiáticas se ha dado un fenómeno de integración, adaptación y convivencia entre el capital local y el extranjero.

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