sábado, 4 de febrero de 2006

El mito de las inversiones extranjeras

Ninguno de los primeros países desarrollados pusieron la IE en su esquema de desarrollo. Ni los EE.UU., Alemania o Japón en los siglos XIX y XX, ni China, Corea o Taiwán en el XX dependieron de la IE para adelantar sus instituciones industriales y financieras. Estos países se desarrollaron aumentando al máximo la propiedad nacional y la inversión de recursos financieros locales para expandir y ahondar mercados locales hasta alcanzar mercados extranjeros a través de una economía diversificada. Esta es la realidad histórica. Que la Inversión Extranjera (IE) crea nuevas empresas, expansión de los mercados y estimula una nueva investigación y desarrollo de la "capacidad" tecnológica local es falso. De hecho la mayoría de la IE va dirigida a comprar empresas públicas adquiriendo mercados existentes para usar tecnología diseñada y desarrollada en la "oficina de la casa". En lugar de complementar el capital local público o privado, la IE "empuja fuera" al capital local y a la iniciativa pública y mina los emergentes centros de investigación tecnológica. La experiencia con la IE y las transferencias tecnológicas es negativa: más del 80% de la investigación y desarrollo (I+D) se lleva a cabo en la oficina central. La "transferencia de tecnología" es el alquiler de técnicas desarrolladas en otra parte, en lugar del diseño local. Que la IE aumenta la competitividad de la exportación de la industria, y estimula la economía local es falso. En realidad la IE acapara lucrativos recursos primarios y los exporta con ningún valor añadido. Por ejemplo, la mayoría de los minerales se convierten en artículos acabados en los países de la casa o en otra parte. Que los inversores extranjeros proporcionan rentas mediante impuestos para sostener la tesorería local y el fortalecimiento de la moneda para financiar las importaciones es falso. La realidad es que la IE está implicadas en fraudes masivos de impuestos, estafas en la adquisición de empresas públicas, y lavado de dinero a gran escala. El impacto de las corporaciones multinacionales en la balanza de pagos, a la larga, es negativo. Por ejemplo, la mayoría de las plantas de ensamblaje en las zonas de exportación, importan todas sus entradas, maquinaria, diseño y tecnología y exportan el producto semi-acabado o acabado. El balance comercial resultante depende del costo de las entradas relativas al valor de las exportaciones. En muchos casos los componentes importados cobrados a la economía local son mayores que el valor añadido en la zona de exportación. Que los países del tercer mundo dependen de la IE para proveerse del capital necesario para el desarrollo puesto que las fuentes financieras locales no están disponibles o son inadecuadas es falso. Contrariamente a la opinión de la mayoría de los economistas neo-liberales, la gran parte de lo que se llama inversión extranjera son realmente préstamos extranjeros de ahorros nacionales para comprar empresas locales e inversiones financieras. Los inversores extranjeros y las multinacionales se aseguran préstamos extranjeros respaldados por gobiernos locales. Este modelo de solicitar prestamos externos para hacerse con los mercados locales y los medios productivos son práctica común y contradice la noción de que los inversores extranjeros traen "capital fresco" a un país. Igualmente refuta la noción que los países del Tercer Mundo, "necesitan" la IE debido a la escasez de capital para crecer. ESTO ESTÁ CLARAMENTE DEMOSTRADO POR LA ARGENTINA QUE ESTA CRECIENDO SIN RECIBIR INVERSIONES EXTRANJERAS NI PRESTAMOS EXTERNOS.

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