La platita esta volviendo a casa

Por primera vez desde la crisis, fueron más las divisas que volvieron de cuentas en el exterior que las que emigraron. En 2005 el dólar dejó de obsesionar a los argentinos. Fueron más los argentinos que se desprendieron de dólares que los que buscaron atesorarlos, girándolos a cuentas en Nueva York, Montevideo o Suiza o simplemente comprando billetes en las casas de cambio y guardándolos bajo el colchón. El 2005 fue el primer año donde no hubo formación neta de activos en el exterior y por el contrario, hubo una disminución de dichos activos. Estos están formados por los depósitos en cuentas fuera del país, el dinero que sale para inversiones directas (como comprar un departamento en Miami) o los dólares que se compran en casas de cambio para guardar en el hogar, ya que el Banco Central computa estos billetes como si fueran depósitos en el exterior. El año pasado hubo una caída en el saldo neto de estos activos en el exterior que se achicaron en 1.200 millones de dólares, algo inédito desde la crisis. En 2002 los argentinos habían constituido activos afuera por valor de 7.300 millones de dolares, pero a partir de entonces, de la mano de la estabilidad y el crecimiento económico, las cifras comenzaron a revertirse. En 2003 bajaron a 3.800 millones, en el 2004 bajo a 2.800 millones y en 2005 el saldo fue negativo. ¿Dónde fueron a parar esos dólares cuando ingresaron el país? Gran parte se invirtieron en ladrillos (edificios lujosos especialmente). Otra parte fue a parar a los bonos en pesos indexados por inflación, que registraron subas mayores a 50% en 2005. También ayudó para que sucediera esto el bajo nivel de las tasas de interés en los EE.UU., ofreciendo rentabilidades apenas superiores al 4%, que desincentivó a los ahorristas e inversores con cuentas afuera del país. Pero los argentinos tienen los reflejos rápidos, hay datos indican que algunos argentinos volvieron a enviar dinero afuera alentados por el salto de la moneda estadounidense que tocó $3,10 tras el anuncio del pago al FMI. También hay datos que en el período octubre-diciembre los argentinos volvieron a comprar dólares en casas de cambio o a enviar dinero afuera en cantidades mayores a enero-septiembre por el repunte en las tasas de los EE.UU., el salto del dólar a nivel local y el mal clima que se generó con los enfrentamientos entre el Gobierno y los empresarios. Los dólares que se compraron para inversiones financieras en el exterior aumentaron 865 millones en el último trimestre. Los argentinos son unos maestros en la especulación financiera, esto es el producto de años de una política de hizo de la especulación un negocio mas rentable que la inversión. Si hubiera habido una política opuesta, hoy los argentinos serian maestros en el arte de invertir en negocios productivos.