¿Toyota nació de repollo?

Ya entrado el siglo XIX, en Japón la intervención estatal comenzó a hacerse patente y a incentivar a varios de los Zaibatsu, por medio de SUBSIDIOS, buscando que se volcasen a la industria pesada. Esto se debió principalmente por las necesidades militares del gobierno, en la construcción de embarcaciones y acereras.
Los Zaibatsu estaban constituidos por familias, que tenían un conglomerado industrial que incluía, no solamente la rama fabril, sino también la comercial, la financiera y hasta contactos aceitados con el gobierno, a través del cual y en el transcurso de la historia moderna de Japón, lograron aumentar paulatinamente su poder y tamaño. Por lo tanto, el Estado japonés tiene una larga tradición que data ya desde el siglo XIX, en lo que se refiere a LA PARTICIPACIÓN ACTIVA EN LA ECONOMÍA Y EL SECTOR PRIVADO. Como base para la generación de un propicio crecimiento, el estado japonés estabilizó los factores macroeconómicos como mantener controlada la inflación, evitar la acumulación de una gran deuda externa y mantener una alta tasa de ahorro. Esto permitió financiar la gran expansión industrial a través de CRÉDITOS BLANDOS que los Bancos acumulaban de los ahorros de la población. El gobierno japonés llevó acabo varios tipos de políticas de producción: La primera de ellas consistió en una activa participación del aparato estatal para incentivar y transformar la estructura económica de la liviana a la industria pesada y química. En 1949 se había creado el Ministerio de Comercio Internacional e industria (MITI) una de las agencias que se ocupó de llevar acabo este proceso. En 1951 se creo el Consejo de Estabilización Económica y el BANCO DE DESARROLLO. El criterio sobre el cual se focalizó la elección de las fabricaciones a incentivar y fortalecer era que tuviesen una alta elasticidad en la propensión al consumo, y productos de alto valor agregado (aquellos cuya utilización de materia prima representa una porción pequeña en relación al costo total de la mercancía).